¿CUAL ES EL VERDADERO PAPEL DE LA MENTE HUMANA?

Un amigo me ha participado de un artículo cuyo autor no mencionaré para que nadie tome mis cuestionamientos como una desvalorización o un enfrentamiento, porque solo quiero aprovechar lo interesante que resulta este tema y agregarle valor en la medida que puedo.

Comparto algunos de los pensamientos del autor pero en otros, para mi gusto la lectura se me ocurre algo confusa o complicada; pero como siempre, todo me sirve y me es útil para reflexionar y motivar a otros a que hagan sus propias reflexiones, que no tienen porqué coincidir con las mías.

Confieso que una vieja amiga me ha bautizado como “el despertador en la oreja” y creo que nunca nadie me ha definido tan exactamente, porque mi intención no es convencer a nadie ni pontificar sobre un tema, sino detonar los procesos de cuestionamiento en cada uno de los otros, siempre, claro, que ese otro esté dispuesto a cuestionarse.

No funciona el intentar convencer a nadie, porque la única posibilidad que uno tiene de convencer a alguien es mencionando las palabras que ya de algún modo, han estado paseando por su mente, y que le son gratas, aunque fuese de forma subliminal.

Este autor es reconocido por muchos como una autoridad; yo lo considero en mi caso, más bien como fuente de mis cuestionamientos y me resulta útil lo que escribe porque me fortalece en mis conviciones de tantos años de aprendizaje. En algunas cosas estamos de acuerdo y en otras no, pero justamente este artículo es interesante y nada es casual ni porque sí. El artículo comienza así:

LA MAYOR PARTE DEL DOLOR HUMANO ES INNECESARIO.

Bien, ya lo dijo Buda: Ustedes sufren porque quieren. Por mi parte considero que el dolor no es un castigo sino, por el contrario, es un beneficio como señal de alerta de que algo no está yendo por el camino correcto.

Salvo que seas un Maestro, en algún momento sentirás esa señal y en lugar de autocompadecerte, te conviene ponerte en marcha hacia averiguar qué es lo que hay en tí que trae el dolor; cuando lo corrijas, inmediatamente se irá el dolor.

En cualquier caso el dolor es una señal que nos sirve para aprender y redireccionarnos, y por lo general, esa señal es necesaria. Aunque si acaso pudiéramos aprender de otra forma, el dolor sería innecesario, pero no suele ser así en general, en estas 3D en las que vivimos, y siendo personas normales.

Hay una gran diferencia entre los modos preferidos de aprendizaje de la Luz y de la Oscuridad. La Luz propone el aprendizaje por amor, pero en tal caso debería estar siempre presente el amor, lo que no siempre se logra; mientras que la Oscuridad sostiene, y con gran parte de razón, que el aprendizaje sin dolor no suele ser incorporado como lección. Que no deja la huella necesaria.

Lo que no nos cuesta, parece que no tuviera valor. Y aunque no lo parezca, la Oscuridad tiene su razón de existencia en colaborar con nuestro aprendizaje; es justamente por esa razón que la luz permite que la Oscuridad exista.
En este plano material, el dolor ha sido creado como indicador de error, y es necesario para que las personas logremos aprehender, más que aprender, definitivamente aquellos temas difíciles que nos negamos a incorporar de otro modo.

LO CREARÁS TÚ MISMO MIENTRAS LA MENTE NO OBSERVADA DIRIJA TU VIDA continúa este autor.

Supongo que el concepto de “la mente no observada” se refiere a la mente no controlada, puesto que todos los mecanismos de observación, comparación, diferenciación y cálculo de que dispone el ser humano, son ejecutados por la mente. La mente es la que observa, por lo que “la mente no observada” suena a contrasentido, pero esta contradicción tal vez sea un conflicto de traducción al castellano o bien, creo yo, tal vez se refiere a contrastar o a cuestionar permanentemente lo que pensamos.

Sin embargo, con cierto fastidio, muchas veces observo el concepto oriental que tiende a desvalorizar la mente frente al espíritu, lo cual siento como un error, porque el sentido común nos dice que sin la mente no podríamos manifestarnos en este plano de 3D; ni tampoco ser concientes de las manifestaciones del espíritu, por lo que concluyo que mente y espíritu no son enemigos, sino que son complementarios y ambos necesarios.

El no saber utilizarlos en plenitud y sincronismo es lo que hace que parezcan enemigos, porque muchas veces la mente no deja que el espíritu se exprese. Así lo aprendí y lo comprobé desde mis primeros años de Enseñanzas Rosacruces, ya hace unos 50 años de esto.

Se me ocurre que sólo puedo observar mi mente mediante la misma mente, en un proceso de realimentación que es el que me permite saber, por ejemplo, si debo girar en más o en menos el volante del auto cuando voy manejando, y corregir el error de conducción.

Mis sentidos (vista, tacto, oído, etc) son los que aportan a la mente y me indican la diferencia a través de una realimentación, pero todo esto ocurre en la propia mente, como señales eléctricas… ¿dónde sino? No soy nada sin ella, sería casi una piedra inerte.

EL DOLOR QUE PRODUCES EN EL AHORA SIEMPRE SURGE DE UNA FALTA DE ACEPTACIÓN, DE UNA RESISTENCIA INCONSCIENTE A LO QUE ES… continúa.

En este punto, yo lo expresaría como ese “dar la bienvenida a las cosas de la vida” que siempre sugiero en mi consultorio, porque a mí personalmente así me fue aconsejado desde el otro lado del Velo, y por eso mismo lo respeto.
Abro la puerta y “doy la bienvenida a lo que viene” y acepto jugar el juego y el desafío que trae consigo, en lugar de resistirme a que venga. Aunque no lo acepte en plena concordancia, pero le doy la bienvendida y lo analizo. Y si logro discriminar, como toda acción acertada, eso traerá satisfacción en lugar de dolor.

Sigue diciendo: COMO PENSAMIENTO, LA RESISTENCIA ES UN JUICIO DE ALGÚN TIPO.

Yo diría que en lugar de un juicio, es resultado de un pre-juicio; la diferencia es que un juicio puede ser rápidamente cambiado, pero un pre-juicio está instalado en la persona y no es tan fácil de cambiar. Y salta a colocarse en el primer lugar cuando la mente le muestra un instante de vacío, una oportunidad.

COMO EMOCIÓN, ES ALGÚN TIPO DE NEGATIVIDAD…

He aprendido ya que las emociones no son negativas, la negatividad está en lo que dejamos que ellas hagan en nosotros porque no las hemos aprendido a procesar. En este principio se basa justamente la Inteligencia Emocional, o sea, tener plena conciencia de nuestras emociones y convertirlas de Disfuncionales en Funcionales (más que de “negativas” en “positivas”, ya que son todas útiles, sean cuales sean, y si logramos diferenciar sus calidades y equilibrar sus efectos serán por lo tanto, positivas para nuestra vida).

LA INTENSIDAD DEL DOLOR DEPENDE DEL GRADO DE RESISTENCIA AL MOMENTO PRESENTE.

Sí, la intensidad de la alerta es máxima cuanto más alejados estamos del camino correcto y menos queremos cambiar…

Y ÉSTA, A SU VEZ, DEPENDE DE LO FUERTE QUE SEA TU IDENTIFICACIÓN CON LA MENTE.

En lugar de “identificación con la mente”, yo me referiría al apego que has desarrollado a tus expectativas, a tus creencias, a tus ideales, a tus sueños preferidos. La mente no es responsable de lo que uno haga sino más bien, la falta de control y discernimiento, que es un trabajo que debemos hacer en todo momento y que no siempre hacemos.

Desde el momento en que la mente puede ser educada y controlada, no es un elemento que tenga vida propia e independiente por sobre las decisiones de la persona.

Que por otra parte, dichas decisiones suelen también tener origen en las emociones, además del razonamiento, por ejemplo en muchas compras. El vendedor astuto se las ingenia para despertar en nosotros una necesidad, falsa o verdadera, para que el hecho de adquirir algo nos brinde una engañosa seguridad y un momentáneo placer en la satisfacción de esa supuesta necesidad. Y eso decida nuestra acción hacia comprar.

LA MENTE SIEMPRE TRATA DE NEGAR EL AHORA Y DE ESCAPAR DE ÉL…

Más bien, yo diría que la conciencia de la mente es el AHORA y es lo que tenemos YA para encarar el problema; la mente sólo es efectiva en el AHORA y sirve para resolver el después inmediato como consecuencia.

La mente puede resolver el ayer, pero solamente trayéndolo al AHORA; la mente puede dar forma al futuro pero lo hace desde el AHORA. Por lo tanto, la mente no funciona cuando quiere evadirse del AHORA, porque ese “ahora” es justamente su tiempo de vigencia, cuando más se la necesita.

EN OTRAS PALABRAS: CUANTO MÁS TE IDENTIFIQUES CON TU MENTE, MÁS SUFRES.

He observado que uno sufre cuando deja que lo manejen los desvíos de su mente; si uno aprende a manejarla, y aprende a utilizar la inteligencia emocional, la mente siempre será la mejor herramienta. “El Universo es mental” dijera Hermes Trimegisto, el “tres veces sabio”.

O PUEDES DECIRLO DE ESTE OTRO MODO: CUANTO MÁS CAPAZ SEAS DE VALORAR Y ACEPTAR EL AHORA…
(Claro, pero para eso necesitarás de un claro uso de tu mente…)
MÁS LIBRE ESTARÁS DEL DOLOR Y DEL SUFRIMIENTO, MÁS LIBRE DE LA MENTE EGOTISTA.

El AHORA es precisamente una apreciación concreta de la mente. Uno no sufre por el ahora, ni por el ayer, ni por el mañana; uno sufre porque no interpreta cabalmente el ahora, el ayer o el mañana, que en realidad, cuánticamente son una sola entidad. Uno sufre por lo que interpreta, que no siempre es la realidad.

Si uno pudiera “darle la bienvenida” a esa entidad compuesta, la incorporaría sin reparos, y entonces la comprendería, podría procesarla en su mente, resolverla y de allí, atesorarla en su corazón, y de ese modo entonces no existiría el dolor, sino la satisfacción. La ausencia de satisfacción es lo que trae el dolor. Y nunca podría darnos satisfacción, algo a lo que nos negamos a dar la bienvenida.

¿Cual es la diferencia entre “aceptar” y “dar la bienvenida”?
Yo acepto muchas veces aquello a lo que no puedo negarme, a lo que estoy obligado a recibir o a dar, y lo hago con resignación; en cambio, doy la bienvenida a aquello a lo que me abro a recibir con alegría, con esperanza, con confianza, con expectación porque estoy convencido que si la vida me lo trae es porque es justamente lo que planifiqué en mi Proyecto de Vida tiempo antes de encarnar.

Y porque tengo el convencimiento y la seguridad interior de que es para mi aprendizaje y mi mejora como ser humano, porque si viene es porque tengo las herramientas para resolverlo y encontrar el regalo dentro de la aparente amenaza.
Como una vez oyera claramente en mi interior como respuesta a mi pregunta: “¿Qué es el amor?” una frase que me produjo un estremecimiento por su solidez y su claridad:

“Amar… es dar la bienvenida aún al cuchillo que nos mata”

Resumiendo, entonces, evitar el dolor se lograría sólo siendo capaz de dar la bienvenida. Por lo tanto, el miedo al dolor es lo que termina produciendo el dolor, porque es lo que nos impide dar la bienvenida. Y eso solo puede hacerse cuando se comprende el verdadero papel de la mente en la vida humana.

Bendiciones e Iluminación. Leo
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