EL KARMA PARA EL 2021

Este tema necesita ser clarificado con detenimiento a todo aquel que le interese, para evitar confusiones. La mayoría de las personas sabe lo que es el Karma, pero no tienen en claro cómo funciona exactamente. El Karma es simplemente una Ley Universal de Causa y Efecto, muy parecido a lo que en Física llamaríamos la Ley de Acción y Reacción; cuando alguien produce una acción cualquiera, provoca inevitablemente una reacción. En el caso de la Física (Mecánica) la reacción suele ser automática y simultánea; cuando empujas al auto, éste también reacciona oponiéndose mediante una reacción que tiende a impedir a que lo empujes.

El Karma es similar pero mucho más complejo; a veces desencadena una reacción que viaja en círculos temporales afectando a otras situaciones de manera que finalmente, y a veces al cabo de un tiempo que puede hasta pasar de una vida a otra, volverá hacia quien lo ha producido a fin de que lo resuelva. Así funcionaba hasta hace poco el Karma, porque teníamos tiempo todavía.

Además, el Karma no es elegible o dirigido, ni es administrado por ninguna Entidad; es simplemente una consecuencia automática e impersonal que va a ocurrir más tarde o más temprano por causa o como reacción a otro evento que se ha producido. Está resumido en el dicho popular: “Siembra vientos y recogerás tempestades”, o bien, puede aplicarse también el dicho “ojo por ojo y diente por diente”.

Es decir que a cada una de nuestras acciones corresponderá en forma automática, una reacción proporcional, que en tiempos atrás podía llevar hasta vidas de retraso en manifestarse, pero que, en estos momentos de cambio y crisis, ha modificado su velocidad de respuesta hacia ser casi inmediata, porque los tiempos han sido acortados debido a la finalización de este Ciclo de evolución.

Esto nos está diciendo que no deberemos esperar largamente la cosecha sino que es probable que sea pronta, en forma de oportunidad que anda rondando por allí, por eso es que hay que estar atentos. Así, como es de esperarse que en este 2021 todo lo pendiente se resolverá rápidamente, o sea, que recibiremos en la medida que en la vida hemos ofrecido, ya sea esto benéfico o maléfico, en igual proporción y en el mismo sentido. Algunos recibirán recompensas inesperadas, otros, la respuesta justa a lecciones no aprendidas.

Esto se ha comenzado a acelerar desde la conjunción reciente de Júpiter-Saturno (21 dic 2020), siendo que Saturno es considerado como el Karma y Júpiter como un potenciador o acelerador. Tal vez hayamos llevado una vida de generosidad y ofrecimiento, pero no hemos visto respuestas aún; bueno, pues llegará ahora el momento de cosechar, del mismo modo en que cuando nos creímos impunes por hacer algo de lo que hemos pensado que nadie llevaría la cuenta, asomará ahora el correctivo.

En realidad, pocos toman conciencia de que hoy estamos frente al Juicio Final tan mencionado, nada más que no estaremos sentados como hemos creído en el banquillo del acusado ni habrá tampoco alguien que tiene una planilla de control con nuestro nombre porque haya llevado la cuenta de lo que pudimos haber hecho o dejado de hacer. Es nuestro propio Ser Interior el que lleva la cuenta y aunque nadie nos haya visto hacer algo, positivo o negativo, él sí lo ha registrado y lo tiene presente, aún desde vidas anteriores.

Eso puede notarse fácilmente en nuestra Carta Natal porque ella es producto de nuestros comportamientos de otras vidas, mostrando inclusive lecciones que no podremos eludir y que estarán visiblemente marcadas en nuestra Natal. Sólo necesitamos saber encontrarlas, o saber encontrar a quien sepa encontrarlas. Hay un dicho entre los mecánicos que dice que más importante que saber, es tener a mano el número del celular del que sabe; y esto no deja de ser cierto, ya que hoy es imposible sabérselas todas.

Por otro lado, es necesario conocer que no existe sólo un Karma individual, sino uno grupal, que responderá a nuestra participación, deseada o no, dentro de un grupo de personas. Así, vamos acumulando un Karma personal en base a nuestras acciones, y un Karma grupal debido a pertenecer a un colectivo, por ejemplo, por vivir en un país, Argentina sin ir más lejos, o ser militantes de una fracción política o pertenecer a un grupo religioso, o a un equipo deportivo.

Razonemos que dado que Argentina ha sido fundada sobre tierras arrebatadas a las tribus originarias y regada con la sangre de inocentes, no podemos esperar que nuestro Karma grupal esté compuesto por un ramo de rosas. Si bien puede que nosotros no seamos corruptos, todos los hechos corruptos y las injusticias cometidas desde que este país fue “conquistado”, se han acumulado en nuestra contra, como grupo, el universo de lo que llamamos como “los argentinos” o “los que viven en Argentina”.

Todas las guerras internas y la sangre derramada en conflictos locales o con extranjeros, tiene su costo y además de incluir a los responsables directos, también nos afecta al vivir en este país, aunque durante aquella encarnación en que esto sucedió hayamos estado viviendo en el Sahara. Pero ahora vivimos en Argentina y compartimos su Karma grupal.

Hay una cosa que siempre me deja sin respuestas y es que quienes conocen de las Leyes del Universo, imprudentemente las dejan de lado, aún sabiendo que son ineludibles; no comprendo si eso es estupidez, soberbia, o exceso de ego, ya que ignorancia no es. Por ejemplo, los globalistas y sus dirigentes Illuminatis se supone que son gente muy instruída en todos los temas que ellos siempre intentaron descalificar frente a las personas, para que así les fuera más fácil dominarlas. Buscan bastardear las aplicaciones de la Astrología, el Tarot, la Numerología, etc. para que nosotros, Juan Pueblo, no las utilicemos a fin de que no logremos descubrir sus maniobras.

Además, el Karma no admite declaraciones de ignorancia como razón de impunidad, simplemente es impersonal y actúa como una balanza, pero si la persona sabe que está obrando mal y aún así, persiste, la gravedad del hecho es mayor. La perversidad resulta aún más punible que el desconocimiento, porque evidencia la negación a aprender.

Permanentemente, personas muy perversas intentan ridiculizar a la Astrología, a la Numerología, al Tarot y a otras artes/mancias siendo que ellos no dan un paso sin antes estudiar detalladamente cada nueva acción y calcular los tiempos correctos de su agenda, asesorados por aquello que ellos mismos intentar desmerecer. Por eso digo que para ignorar todo esto, es necesario ser muy falto de conocimientos, fácilmente influenciable, intensamente perverso o gravemente insano.

En realidad, el Karma no es un castigo, sino en cambio es un beneficio, puesto que se trata de un aprendizaje. Representa a un maestro que cuando ve que cometemos un error, no se fija en otra cosa que establecer que es necesario que aprendamos algo nuevo, puesto que acabamos de demostrar que no lo sabemos. Así como no es un castigo tener la oportunidad de estudiar una carrera universitaria, tampoco resulta un daño que se nos señale un error y tengamos la oportunidad de corregirlo y aprender algo nuevo.

Por ejemplo, el dolor no es un castigo, sino que representa una señal de que estamos haciendo algo que no nos conviene, es una alerta para nuestro beneficio. Alguien tropieza, se cae, y se golpea: inmediatamente la magnitud del dolor le señalará la gravedad del hecho y le estará sutilmente insinuando que en el futuro deberá tener más cuidado.

Gracias a las caídas cuando éramos niños, por ejemplo, hemos aprendido a manejar una bicicleta, a mantener el equilibrio y por fin conseguir hasta a hacer piruetas con ella. Desde el punto de vista místico, el Karma es un maestro preciso, estricto, digno y apreciable; quien lo vea de esta forma muestra que se halla en el camino de la superación.

Bien, hecha la aclaración, vayamos al punto: la acción del Karma se ha vuelto muy veloz a partir de este cambio de ciclo del año 2020 y a metros de comenzar la Era de Acuario. Esto nos dice que, en el 2021, el Karma comenzará a descargarse sobre cada persona, en la medida que le corresponda; hay quienes tendrán una fuerte pérdida, y en cambio quienes conseguirán un inesperado beneficio.

Cuando hay acumulados hechos benevolentes, algunos orientales le llaman innecesariamente Dharma, o sea, indicando un Karma “positivo” aunque deberían ya conocer que el Karma nunca es “negativo”; esto está considerado dentro de las leyes espirituales y considerado como afín a la Ley de Amor. La Ley de Amor no busca sólo premiar, sino que, en su infinito amor, busca corregir y enseñar, para que la persona evolucione.

Bien, pues entonces, una nueva era de liberación como la que viene no podía estar exenta de un ajuste pormenorizado de cuentas, esto se cae de maduro. A pesar de que hay a quien llaman Maduro pero todavía no cae, el nuevo ciclo ya ha determinado la entrada en pérdida de este personaje. Lo mismo sucede con los ignorantes corruptos que han creído que podían meterse a la Argentina en el bolsillo y sonreían burlones (ya no sonríen porque están sospechando que llegó la hora de rendir cuentas), a costa del hambre, la injusticia, la muerte y la miseria que sufren millones de habitantes.

Según explicaciones sorprendentes de mis Guías espirituales, aún estos personajes son utilizados por el Karma con el fin de enseñar lo que no debe hacerse, por una parte, y por otra, permitir una expresión individual que muestre si hemos aprendido o no; es decir, nos están tomando examen. Por lo visto, es evidente que aún en Argentina, no hemos aprendido nada, y por lo tanto, las lecciones deberán repetirse en secuencias de mayor intensidad.

Por tal razón, Ellos me han advertido severamente que no insulte a estos personajes, porque tienen un lugar especial dentro del plan de aprendizaje, lo que no los exime de haber creado su propio Karma. Mirado “desde el Amor” como Ellos acostumbran decir, yo debería estarles agradecido a sus Seres Internos por ser quienes traen estas lecciones QUE NO QUEREMOS VER NI APRENDER, como buenos argentinos.

Confieso que me ha costado mucho comprender y aceptar esto, y admitirlo, pero como viene del Otro Lado del Velo, trae una lección de sabiduría que se supone que es para que yo evolucione. Esto implica mantener la mente abierta a nuevos conceptos, lo que, a su vez, disminuirá las probabilidades de adquirir más Karma al respecto: es como demostrarle a nuestro maestro que ya hemos aprendido el tema, y que por favor, en consecuencia, ya basta de seguir sometiéndonos a exámenes nada agradables.

Y así como no se nos permite comenzar abriendo un negocio sin haber antes saldado las deudas anteriores con el fisco, así sucede con este nuevo ciclo: hay que poner el balance a cero para poder recomenzar con el pie derecho. Esto nos dice que es hora de que pongamos las barbas en remojo, porque llegó la hora de rendir cuentas, y meses más, meses menos, lo justo se impondrá, pero no por justicia corrupta terrena sino por la Justicia Universal, de la que no se puede escapar. Justicia con la que nuestras almas estuvieron de acuerdo en aceptar como regla de juego, antes de aterrizar en estas 3D.

Una de las tareas más difíciles que deberemos encarar en este nuevo ciclo como seres humanos será desprendernos de los aprendizajes incorrectos que han sido auspiciados por nuestros caducos amos satánicos; debemos concientizar cuanto antes, que si no nos vestimos apropiadamente no podremos ser admitidos en esta fiesta, donde nuestras vestiduras serán cuidadosamente evaluadas.

Un nuevo mundo necesita nuevas pautas de procedimiento, y cuanto antes las aprendamos, será mejor para cada uno, y por ende, para todos. Esas nuevas pautas no serán pruebas difíciles, sino que comprobaremos al final que resultarán muy agradables, porque la íntima naturaleza del Ser Humano no es maléfica ya que contiene una Chispa de Luz; lo difícil implica el desprendernos de los viejos y erróneos parámetros a los que estuvimos acostumbrados por milenios, ya que resultaban muy convenientes para nuestros captores porque les permitían vampirizarnos y es para eso que nos adiestraban en ese sentido.

Una persona inteligente, al darse cuenta de que “vienen degollando”, inmediatamente se rendiría y se pasaría al bando de los “arrepentidos” en forma definitiva, abrazando los conceptos apropiados. Alguien dirá: “Sí, pero la ley de los arrepentidos vale para los subalternos, no para los jefes”. Bien, pero los “jefes” a su vez, tienen Jefes a quienes obedecer, aquellos a los que si quieren pueden entregar y renunciar a cumplir sus mandatos.

Cristina Kirchner, cuando era Presidente dijo en TV: “Nosotros tenemos sólo el 25% del poder, los que tienen el 75% restante no viven en el país”. Obama dijo en TV: “Sólo diré lo que ME DEJAN decir”. Otros Presidentes han manifestado: “No puedo hablar sobre eso” (no se lo permiten). Lo que significa que aún los poderosos tienen amos y se relacionan con ellos en forma subalterna.

Por ejemplo, el presidente Alberto Fernández dijo a la vicepresidente CFK, en su discurso (a mí se me caería la cara de vergüenza, pero para ello hay que tener vergüenza): “Hice lo que me pediste que haga”. Un Presidente que obedece a su Vice, que a su vez obedece… Es decir, TODOS tienen un jefe, y aún estos “jefes” tienen otros jefes que a su vez son peones o títeres humanos de otros “jefes” de mayor jerarquía, que no son del todo humanos. Lo bueno, es que LOS JEFES de los jefes de los jefes, ya no están, puesto que fueron barridos en el 2019 por los que tienen un JEFE que no responde sino a la Luz, la Alianza de los Sombreros Blancos.

Reitero, una persona inteligente levantaría la bandera blanca de rendición, pero éstos no son inteligentes y por eso han sido elegidos por sus jefes: es decir, gente sin fibra ni dignidad, carentes de autoestima, mercenarios con corbata o con carteras Louis Vuitton, dispuestos a venderse al mejor postor.

Obviamente, un general no necesita de otros generales, como un cerebro no necesita a otro cerebro, sino que necesita músculos, que ejecuten sus órdenes en lugar de pensar; necesita soldados que cumplan sus órdenes al pie de la letra. No buscará inteligencias y valores, buscará perros de caza lo más obedientes posible, a los que les tirará cada tanto una porción del pastel que le saca a otros, a cambio de su obsecuente “Sí, buana (bwana)”. Cuanto más ignorante, menos pensante y más ciego e insensible sea el soldado, mejor, porque así cumplirá las órdenes sin cuestionarlas, ni analizarlas y sin cargos de conciencia.

Pero sin embargo, a todos ellos les cabe un Karma, porque hicieron, o porque mandaron a hacer, o porque vieron y no denunciaron, o porque fueron cómplices, o porque se comportaron incorrectamente en su interés propio. Y aún, a los que no hicieron nada por impedirlo les cabe una porción de ese karma porque fueron partícipes necesarios de un saqueo que permitieron hacer, aunque ellos no hayan saqueado. Para el karma, lo hecho, hecho está y todos comparten la misma canasta porque todos tienen un rol en la obra: ambas partes, los que hicieron porque procedieron, y los otros, porque permitieron que se haga. El Karma reinará en este 2021.

El satanismo se conduce tratando de evadir estas Leyes universales; para eso, ellos anuncian lo que van a hacer antes de hacerlo sabiendo que los que oyen, no escuchan, se encogen de hombros y permiten que se haga, por lo tanto… no tienen derecho a reclamo. Ambos participan, uno por acción y otro por omisión; ambos son responsables ante el Karma. Joe Biden en EEUU manifestó alegremente a los medios: “Vamos a hacer un fraude en las elecciones como nunca se vio”, requisito fundamental para luego poder hacerlo sin ninguna clase de remordimientos, porque los dejaron hacerlo. A confesión de partes, relevo de pruebas.

Y ese Karma está en camino a liberarse, prontito; es más, ya se ha puesto en marcha y se ha llevado consigo desde el 2019 a varios personajes de la política, pedófilos, satanistas, corruptos, globalistas, etc. que solamente tenían los primeros números en la extensa lista, que cada día se hace más larga. Pero no he escuchado que reclamaran a Biden por lo que dijo; TODOS SON RESPONSABLES, D. Trump, J. Biden, demócratas, republicanos y pueblo en general, jueces, fiscales, abogados, ciudadanos, TODOS son pasibles de su porción de Karma y no escaparán de él.

Bien, creo que he dejado en claro la justificación de lo que está pasando y de lo que va a pasar, de un modo u otro, más temprano que tarde, en este 2021 mientras los cuatro jinetes del Apocalipsis hacen sentir su efecto merecido sobre la especie humana y la no humana. Para ello se ha creado La Alianza, que busca correctivos en lo posible sin derramamiento de sangre pero que no cejará hasta que el último inicuo sea alcanzado por este Karma definido para el 2021.

El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo

Dando un “me gusta” a mi página de Facebook: Profesor Leo – El Sendero Del Ser, recibirás de inmediato cada artículo que se postee en el mismo y así podrás decidir si te interesa y al clickear en el mismo te llevará directamente al blog para leerlo.

Si te ha resultado de interés este artículo puedes compartirlo libremente en tus redes sociales citando la fuente de origen (botones inferiores), o bien, compartir el enlace al blog: www.elsenderodelser.com a tus amigos y a quienes puedan interesarles los temas tratados.

www.elsenderodelser.comwww.profesorleo.com.arprofesorleonqn@gmail.com

 

Agregar un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Realizado por Viviana Espín Ibarra. Diseño y Desarrollo Web.