ABRIR LA MENTE Y EL CORAZÓN

Ya no cabe ninguna duda, que llegó la hora de separar el trigo de la paja porque el reloj de la Galaxia está marcando el momento del final del Gran Ciclo terrestre. Muchas personas ya lo están presintiendo, porque además están notando los cambios sutiles en ellos y a su alrededor.

La Oscuridad hoy está viviendo su peor momento antes de desaparecer; no quieren ceder, porque conocen su final: es la situación similar a la de una gran empresa que está en proceso de cierre y los empleados están comenzando a recibir los telegramas de despido. Los oscuros están comenzando a tomar de su propia sopa: la incertidumbre, el miedo, el desconcierto, la falta de recursos.

Pero no han de desaparecer mientras haya dormidos y muertos que los alimenten, aún cuando haya muertos y dormidos que no necesariamente sean malas personas. En este asunto radica lo complicado de la cuestión.

Pero esto para los chicos malos es peor aún, los oscuros saben que les va en juego su existencia; hasta ahora, los diablitos vivían de succionar nuestra energía y a su vez, “pagaban sus impuestos” a las jerarquías mayores desviando parte de esa energía al ser a su vez, parasitados por sus jefes oscuros.

Todo el mundo oscuro se alimenta de parasitación, porque no comulgan con el amor; son antagónicos. En estos días, gracias a que muchas personas de la Humanidad están despertando, o al menos ya están comenzando a ver cómo el Sistema los ha estado parasitando, cada vez la energía que logran vampirizar estos diablitos es menor, pero los “impuestos” a sus jefes, siguen siendo los mismos. Es una copia mafiosa, pero de la cuarta Dimensión; o mejor, al revés, las tácticas mafiosas son copia de las oscuras de 4ta. Dimensión.

¿En qué redunda todo esto? En que los jefes oscuros, al recibir menor porcentaje, están “canibalizando” a sus diablitos porque aquellos no están dispuestos a vivir con tributos menores. La Oscuridad se está devorando a sí misma, y su única salida sería mudarse a parasitar a otro lado, por lo que están ocupados en plena mudanza, pero cuidado, intentarán destruirlo todo antes de irse.

Desgraciadamente, muchos humanos, muchos más de los que vemos, han adquirido sus costumbres parasitarias y viven de la misma forma: la casta política, la religiosa, las familias reales, los emporios económicos, las jefaturas de Estado. A ésos sí los rechazo abiertamente. Sin embargo, hay otros encargados de combatirlos por estar mejor preparados que yo para ello, y de hecho, poco a poco estos humanos nefastos van a ir desapareciendo porque en este Nuevo Tiempo, ya no tienen cabida.

La perversión, la parasitación, la mala intención, la ambición que pasa por encima a todos los principios de la ética y del amor, está llegando a su fin. Tienen los días contados, no me canso de repetirlo. El “drenaje del pantano” ha comenzado por el Norte, y en el 2021 se extenderá por todo el mundo.

El pantano es inmenso y la lacra que lo habita parecía imposible de neutralizar, pero tal como lo expliqué en otro artículo, la estrategia es que merced a su desconcierto al perder a sus gerentes, eso haga que se identifiquen, que se muestren, que pretendan seguir interfiriendo, que tomen partido y que se coloquen la camiseta del equipo en el que quieren jugar.

Así será más fácil para localizarlos y neutralizarlos; pero sin embargo ése no era el tema específico que quería tratar. Estamos hablando de muertos, que muertos están. Hace algún tiempo escribí el posteo: EL MUERTO, EL DORMIDO, EL DESPIERTO Y EL MÍSTICO, https://www.elsenderodelser.com.ar/2020/06/el-muerto-el-dormido-el-despierto-y-el-mistico/ y justamente a ese tema pretendo referirme.

Comenzaré por el sentir del Místico. El Místico debido a su interés elevado se ha mantenido despierto, muchas veces ya estaba despierto en encarnaciones anteriores; él sabe que el Sistema funciona de esa forma, y no odia a los oponentes porque sabe bien que hasta ahora habían sido necesarios para la evolución de la especie. El Místico no se indigna, sino que levanta la vista y mira para ver más allá, más atrás de la tormenta a fin de prepararse para cuando salga el sol.

Él (ella), en su sereno conocimiento se reconoce inalcanzable y por eso no tiene miedo; es totalmente consciente del juego y de la Matrix que nos aprisiona, y por lo tanto, participa tomando partido abiertamente por su facción. Me viene a la mente el viejo pasaje de la Biblia que en mi juventud no podía comprender, cuando narra que Jesús estaba meditando en el desierto antes de entrar a Jerusalem y el Jefe Oscuro mayor le ofreció el mundo a cambio de que se pase a sus filas. Pero Jesús, sin inmutarse ni sentirse molesto le respondió: “No es esto lo que vine a buscar”.

Yo no alcanzaba a comprender cómo Jesús dialogaba así, tan serenamente con este infame, sin destruirlo, como sí hizo con tantos otros demonios; Jesús los llamaba “las Autoridades de la Oscuridad”, mientras que en mi ignorancia yo no sabía hacer otra cosa que despreciarlos, odiarlos e insultarlos.

Hasta que un día mis Guías me advirtieron seriamente: “No los insultes”, lo que me dejó muy sorprendido porque para mí siempre fue ésa una reacción normal. Pero luego comprendí que me faltaba aprender mucho para juzgarlos y condenarlos; en cuyo caso, de haber aprendido lo que debía comprender, hubiese mirado el asunto en forma impasible e imperturbable, y no los habría condenado.

Ellos asumen el papel del chancho sucio, siendo que tal vez la culpa sea de quien le da de comer. Ellos roban de nuestra energía porque debido al miedo, permitimos sin saber, que eso ocurra. Ellos juegan con el miedo de las personas, siendo que en realidad son tremendamente miedosos y los desconcierta que la persona reaccione enfrentándolos en lugar de atemorizarse ante ellos.

Sin embargo, si quiero ser un despierto, no me toca luchar contra ellos, primero debo aprender a luchar contra mí mismo; yo me pensaba un guerrero, pero sólo era un peleador contra ellos, contra la nefasticidad ajena sin percibir la nefasticidad oculta en mí.

Ellos han existido porque los seres humanos les hemos concedido el miedo y la subordinación, o porque hemos pactado con ellos a fin de obtener ventajas, o porque no hemos comprendido la doctrina de Jesús puesto que tampoco nuestro entorno nos ayudó a abrir los ojos a otra actitud, y tal vez porque hemos aprendido a usar sus prácticas oscuras sin darnos cuenta que eso nos une a ellos. Porque en realidad, todos estábamos tratando de sobrevivir en el mismo pantano, de una forma o de otra.

Pero ese tiempo ya pasó. Es momento de ponernos de pie, de levantar la cabeza, de recuperar nuestra dignidad, de dejar de lado los infantilismos del miedo; basta de creer en “el viejo de la bolsa”. El despierto va camino a eso, si bien puede ser que haya quien ya lo ha logrado, cada uno sabrá y se irá descubriendo quién es; la evolución siempre es personal.

Ahora, debo tocar un tema muy importante para el que deberemos prepararnos. El muerto no despertará, porque por esa razón está muerto; es más, preferirá irse de este plano porque sentirá que su existencia no tendrá razón de ser; y es preferible que así sea, para que pueda reencarnar en otro nivel de mundo mejor que el de hoy, y tenga nuevas oportunidades y estímulos.

Pero todos tenemos además a nuestro alrededor, despiertos y dormidos. La inducción que baña al planeta, de amor y libertad, al vernos librados de las presiones nefastas, favorecerá cada día más al despierto para que se vuelva aún más despierto, y al dormido para que despierte.

Muchos dormidos habrán de despertar, pero otros no lo harán porque están abandonados al miedo y a su zona de confort, y además, se volverán en contra de los despiertos, recuerden esto que expreso. Esto nos dice que tenemos que prepararnos para aceptar y respetar sus decisiones, aunque ellos no respeten las nuestras.

Y puede también que a nuestro alrededor haya muertos y dormidos que forman parte de nuestra vida, y que por lo tanto, los amemos porque sean buenas personas, pero nos encontraremos tal vez con que ya no podremos compartir con nuestros hijos, o con nuestros padres, con nuestros hermanos, con nuestra pareja, con nuestros amigos, o con nuestros cercanos. Cada uno tomará su decisión y elegirá su verdad; ese camino y esa verdad es absolutamente respetable porque corresponde a su libre albedrío.

Estamos saliendo de un mundo que no nos ha respetado y no podemos seguir con esa conducta, porque el nuevo mundo no la aceptará y automáticamente, de no comportarnos apropiadamente, nos saldremos de él.

Es muy probable que perdamos contacto con personas que queremos mucho, que amamos, que somos cercanos, amigos, familiares, pero tenemos que mantenernos firmes en nuestra propia verdad. No deberemos permitir ser desviados, pero tampoco deberíamos intentar desviar a quien ha tomado su propio rumbo, porque interferimos en su libre albedrío.

Si el dormido quiere despertar, deberemos abrirle nuestro corazón y alentarlo, y si decide seguir durmiento, igualmente habremos de respetar su elección y no por eso, dejar de brindarle nuestro afecto, porque tal vez, en algún momento, nuestro afecto pueda ayudarle a que despierte.

Pero fundamentalmente, deberemos comprender y aceptar la decisión de cada uno, aún si eso nos duele. La nueva Energía ayudará a los despiertos a avivar su conciencia  cada día más (como expresa el misticismo) y a que su vida sea cada vez más grata.

Por el contrario, ese mismo Campo vibratorio, complicará la vida del dormido, circunstancia contra la que deberemos blindarnos y mantenernos estables porque de no hacerlo, no solamente nos estaremos perjudicando a nosotros mismos, sino que perjudicaremos a los demás despiertos, por salirnos de frecuencia.

¿Por qué este nuevo Campo vibratorio afectará negativamente a los dormidos? Porque al igual que un pez que no discierne, notará de pronto que el agua que lo rodea es distinta y por lo tanto, le cuesta más nadar.

Esta va a ser la parte más difícil de sostener sin desviarnos: la suerte de cada quien la dictará su elección, pero así como deberemos tener valor para respetar su decisión, del mismo modo no debemos dejar que nos afecte. Este es un nuevo mundo con una nueva conciencia y por resonancia, ese nuevo mundo (lamentablemente, o por fortuna) no aceptará la permanencia de quienes no sepan o no quieran vibrar en la misma frecuencia.

Esto hará muy complicada la existencia del muerto y del dormido, pero acelerará la partida del muerto y el despertar del dormido, y los demás, deberemos ser sólo observadores y no deberemos interferir, así sea la persona que más queremos en nuestro alrededor.

“No les quites su oportunidad de mostrarse”, me dijeron mis Guías. Es decir, que es necesario que no interfiera de modo alguno en contra, ni a favor. Ellos no lo consideran como un daño o un alivio, sino solamente como un examen más, como una elección, como una expresión a la que todos tienen su derecho.

Ésa será la tarea más difícil; quien tome el tren en una dirección, deberá hacerse responsable de su elección, y los que decidamos tomar otra dirección distinta, deberemos aprender a desprendernos de nuestros apegos y a no sufrir por ello ni sentir culpa alguna ni tristeza (¡Qué difícil será mantener esta actitud…!) porque otra persona querida nuestra, decida no acompañarnos hacia el nuevo amanecer. Deberemos necesariamente ser muy fuertes y amorosos.

Muchas veces he escrito que el respeto es amor. En amor deberemos aceptar y dejar ir, así como deberemos aprender a dar la bienvenida a otros Hermanos que aún no conocemos, porque las sorpresas que nos esperan van a requerir un corazón muy fuerte y estoico; como dice sabiamente la Biblia, “hay un tiempo para abrazar y otro para soltar”.

Vamos a tener que enfrentarnos a verdades que jamás imaginamos, y la supervivencia estará más relacionada a adaptarnos a los nuevos tiempos y a sus características, que a la preocupación de lo que podamos comer o beber.

El nuevo se presenta como un mundo grandioso, pero para entrar en él, deberemos cambiarnos de ropas, y eso implicará, dejar los apegos y abrir la mente y el corazón; y sería bueno que YA comenzáramos a hacerlo, a ir practicándolo con los demás, porque nos será requerido, a aprender a integrarnos con amor a todo aquello que antes no supimos, como también, a desprendernos con amor de aquello que no corresponde a nuestra frecuencia.

Serán otros nuevos tiempos de encuentro y de separación, aunque al principio no podamos comprenderlo; pero para llegar a la comprensión, no hay otra receta, habrá que comenzar por aceptar. Y deberíamos siempre recordar que el dolor proviene de la incomprensión y de la falta de aceptación; esto significa, claramente, ser capaces de abrir la mente y el corazón.

El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo

Dando un “me gusta” a mi página de Facebook: Profesor Leo – El Sendero Del Ser, recibirás de inmediato cada artículo que se postee en el mismo y así podrás decidir si te interesa y al clickear en el mismo te llevará directamente al blog para leerlo.

Si te ha resultado de interés este artículo puedes compartirlo libremente en tus redes sociales citando la fuente de origen (botones inferiores), o bien, compartir el enlace al blog: www.elsenderodelser.com a tus amigos y a quienes puedan interesarles los temas tratados.

www.elsenderodelser.comwww.profesorleo.com.arprofesorleonqn@gmail.com

 

Agregar un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Realizado por Viviana Espín Ibarra. Diseño y Desarrollo Web.