LA ACCIÓN COMBINADA

Estamos transitando los últimos días de este año tan discutido, 2020. Lo llamo discutido porque a pesar de todo ha sido un año crucial y necesario en la historia de la Humanidad, siendo que esto ya comenzó en el 2019. Fue el año en que la Oscuridad por fin fue descabezada, dándonos una oportunidad dorada de liberarnos del yugo parásito oscuro. De todas maneras, ahora el problema mayor no lo representan los oscuros sino la maltratada y distorsionada mentalidad que le ha quedado a la porción de la especie humana no advertida, es decir, a los dormidos.

La gran lucha no es sólo contra los nefastos globalistas sino contra los que están en contra de los despiertos, y éstos son una enorme mayoría. Desde hace años, yo vengo diciendo (puede leerse en mis primeros artículos) que el ser humano necesitaba despojarse de creencias, tradiciones, prejuicios, apegos y toda esa clase de basura que hemos ido juntando y que además nos han inculcado nuestros padres, abuelos, amigos, compañeros de colegio, en fin, el sistema en general. Nos han criado desde pequeños como esclavos, pero con la falsa creencia de que estamos libres, cuando en realidad estamos tan libres como un chimpancé en una reserva, sólo que cada vez hay quienes colocan el alambrado más cerca y más nos pretenden encerrar.

Desde niños nos han dicho que las señales en el cielo y la presencia del cabalgar de los Cuatro Jinetes, marcarían el Apocalipsis. Las señales ya están, y los cuatro jinetes hacen de las suyas a su antojo. Estamos en medio de ese mítico Juicio Final, pero casi nadie se da cuenta. Estamos siendo evaluados, pero casi nadie se da cuenta. Estamos en el final del ciclo, pero casi nadie se da cuenta.

Cualquiera que pueda pensar un poco pondrá atención a que un eclipse, más una lluvia de meteoritos, más una conjunción Júpiter-Saturno muy particular, más una cuadratura sumamente agresiva entre Marte y Plutón (dioses de la guerra y el conflicto), más un solsticio (22 de diciembre) más acontecimientos energéticos grupales como los festejos de la ficticia Navidad y el ficticio Año Nuevo, que no dejan por eso de ser muy poderosos, tiene que estar señalando la llegada de algo muy inusual.

Lo inusual es la tremenda energía en movimiento, la apertura de portales, la llegada de inducciones de Luz al planeta, la inclinación del eje de la tierra… y podríamos nombrar muchos factores más, que nos están indicando que ha llegado el momento de despertar en conciencia. No hay persona más dominada que el religioso practicante, porque así ha sido manipulado toda su vida, pero sin embargo, aún en estos casos puedo ver reacciones positivas.

Los católicos se están poniendo a pensar y a cuestionar (¿Cuándo en la historia humana un Papa fue tan cuestionado como el perverso globalista actual?) , otras religiones están comenzando a preocuparse, los Testigos de Jehová desde siempre señalaron la inconveniencia de introducir elementos extraños al cuerpo, a la sangre (supongo que no sabían de las vacunas maléficas pero aún así sostenían el respeto por la naturaleza sagrada del cuerpo), y así. Todos estos hechos que han acontecido este año, bienvenidos sean si gracias a ellos, las personas despiertan.

Pero no basta con despertar, con estar despiertos; hay que comportarse como un despierto y actuar en consecuencia. Eso es lo que nos está faltando, y la paciencia infinita de quienes están del Otro Lado del Velo nos está comenzando a ver crecer, afortunadamente. Desde hace años que tengo contacto con el Otro Lado, pero recién ahora estoy comprendiendo que hacía falta que pasara lo que pasó y que se nos venía advirtiendo. Por eso, antes de alegrarse por despedir a este 2020, deberíamos alegranos porque vino para despertarnos, aunque despertar no suele ser grato; abrir los ojos a la luz lleva un cierto tiempo de adaptación.

Muchas veces nos hemos preguntado cómo podía ser que a los malvados les iba mejor. De allí sale el dicho popular: “No hay sinvergüenza que no tenga suerte” (eso lo podemos ver claramente en nuestro sistema de gobierno, para dar un ejemplo). Pero no nos centrábamos en considerar lo que hace 2.000 años que Jesús lo decía, que esta materia de 3D estaba gobernada por Satán, y que por eso hasta ahora los satanistas llevaron las de ganar. Bien, pero eso ha terminado. Júpiter al formar conjunción con Saturno, marca el campañazo que nos dice aquello que nos aterrorizaba en los tiempos de secundaria: “Saquen una hoja”.

Si, saquen una hoja y comiencen a escribir sus reconsideraciones sobre lo que deben y sobre lo que se les debe. Lo que se les debe, les será otorgado porque no hay Demonio que lo impida, pero lo que deben, presurosamente deberán equilibrarlo porque Saturno es el Karma, y la conjunción con Júpiter no sólo lo acrecienta sino que lo vuelve inmediato. Ha llegado el tiempo de aclarar las cuentas, y el que no lo quiera entender va a sufrir mucho, va a pasar por situaciones de mucha angustia porque si no quiere escuchar al despertador va a ser despertado con un balde de agua helada.

Estamos en medio del Juicio Final, aunque no se quiera aceptar; pero nadie nos va a juzgar, sino nuestra propia conciencia y nuestro propio Ser Interno, que son jueces inapelables y no hay manera de corromperlos. No demoremos un segundo en comenzar a comportarnos como despiertos, porque las trompetas ya sonaron; toda clase de ruidos, luces y efectos extraños han sido observados en todo el mundo. Los animales se comportan extrañamente y pretenden avisarnos pero no pueden hablarnos, aunque sí podemos comunicarnos con su Conciencia grupal y entender que ellos nos están alertando. Hasta con ciertos métodos podemos dialogar con ellos a través de una comunión de conciencias.

Se está marcando una tendencia y no es para nada sabio ignorarla; es hora de desprenderse de todo lo que perjudica, tal como si estuviéramos por hacer un viaje o una mudanza, porque justamente de eso se trata. Vamos a mudar de forma de vida, tal vez de planeta, tal vez de Dimensión, tal vez de lo que entendemos como sociedad, como hermandad, como Humanidad.

Lo que sea, pero lo único cierto aquí es la incertidumbre, o sea, que no hay nada que podamos ver más allá del horizonte porque la Humanidad afortunadamente ha emprendido un viaje por una nueva línea de futuro que no es la que los antiguos videntes auguraban, porque ellos contemplaban la vieja línea que llevábamos, por la que íbamos camino a una extinción segura. Ésa es la razón de que muchas profecías no se cumplan.

No hay nada más allá, es solamente un espacio en el que hemos de construir una forma distinta de vivir, con armonía, con tolerancia, con una Humanidad humana de verdad, que sin duda alguna que estará también integrada con otros seres que serán distintos de nosotros, pero que vienen a ayudarnos y a enseñarnos, y no lo hacen por dinero sino sólo por amor.

Así está diseñado este Plan, para que de una vez, podamos integrarnos a ser quienes realmente somos y no quienes nos hicieron creer que éramos. Ya se han dado todas las señales, todas las advertencias, todos los signos de que será muy beneficioso aprender a asociarnos al gran cambio, y para ello hay preparada la inducción necesaria de los cuerpos activos de la Galaxia. Podemos observarlo fácilmente si ponemos nuestra atención en su confluencia, en su cadencia, en su acción combinada.

El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo

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