EL REINO DEL REVÉS

Como todos los años, me hago un lugarcito para visitar las termas de Copahue y aprovechar el fresco de la cordillera en contraste con las altas temperaturas de donde vivo. Aquí hay una calle central que se ha dispuesto estacionar sólo a mano derecha, dado que es una vía de evacuación rápida por si el volcán al pie del cual se encuentra Copahue, entre en erupción.

El sentido de la calle es hacia la entrada, para poder salir de emergencia. Pues bien, como se ve en la foto, todos entran a contramano y se estacionan del lado más cómodo para bajar, o sea, donde están las bajadas para los baños; aún lo hacen quienes conocen el lugar y la gente de la zona. Es cuestión de idiosincrasia industria nacional.

Mucho se ha investigado sobre la idiosincrasia del argentino típico para tratar de comprenderlo, pero las conclusiones obtenidas no terminan de coincidir debido a las profundas contradicciones que se observan en el comportamiento del integrante promedio de la tierra gaucha. Sin embargo, a través de la mirada desde la Astrología y aplicando conceptos sencillos sobre Inteligencia Emocional, puede intentarse encontrar las razones del porqué del comportamiento criollo.

En otros artículos ya he comentado sobre que astrológicamente el pueblo de un país se halla representado en su Carta Natal por un cuerpo celeste cercano, la Luna. En Astrología consideramos como planeta a la Luna debido a su cercanía con la Tierra y por sus efectos notorios sobre la misma.

La Luna, contrariamente a lo que nos han enseñado, es en realidad un satélite artificial que tiene varios propósitos; hay escritos sumerios muy antiguos en los que se menciona que en ese entonces no había Luna, lo que implica decir que fue colocada allí a posteriori. ¿Por quiénes?

La Luna, no importa como se la considere, ha sido muy investigada por la NASA y han descubierto que ante un fuerte impacto reacciona como una campana resonando; ésto es posible solamente si la Luna fuese hueca y sin duda metálica.

Esto está demostrado porque no importa la magnitud de los impactos de meteoritos de distinta importancia sobre su superficie, la profundidad de los cráteres que han dejado es la misma, es decir que bajo una capa de pocos km de espesor de polvo y roca lunares hay una esfera metálica de capa muy dura que no es posible atravesar. En otras palabras, ya se ha detectado que la Luna es una nave ET que irradia energía hacia la Tierra.

Desde el punto de vista astrológico, los efectos de la Luna sobre la psiquis humana dependen de bajo qué Luna ha nacido la persona, o sea, bajo qué Signo astrológico estaba la Luna cuando el nativo nació; eso determinará qué tipo de emociones lo afectarán y en qué medida.

Cuando fue fundada la Argentina, aquel tan mencionado 9 de julio, ese día la Luna estaba ubicada bajo el Sigo de Capricornio; por lo tanto, según los preceptos astrológicos el pueblo argentino tiene las características marcadas por dicha posición.

Quien tenga mayor interés en saber sobre qué representa la Luna en Capricornio, buscando en Internet hallará suficiente material que no incluyo para no hacer más extenso el artículo. Así como se describe a la Luna en Capricornio, así se comporta la parte emocional del argentino típico, con sus aspectos positivos así como los negativos.

La Luna que vemos en el cielo irradia hacia nuestro planeta dos clases de radiaciones: la primera es natural, debido a la concentración de la energía cósmica proyectada por las constelaciones que llenan el espacio tras de la misma, la que proyecta sobre la Tierra tal como lo hace una lupa con los rayos del sol cuando queremos encender una hoja seca. Es solamente una cuestión de conocer algo sobre conceptos básicos de Física.

Esa radiación es variable porque los cuerpos en el espacio están en permanente rotación, así como la misma Luna. El efecto de la Luna trabaja principalmente sobre todo lo que contenga agua; por ejemplo el flujo de las mareas se calcula con precisión conociendo la posición y el desplazamiento astronómico exacto de la Luna. De allí que influya sobre las plantas, los animales y las personas, constituídas en gran parte por agua, y lo haga de distintas formas.

Hay teorías con buen fundamento que explican el llamado Diluvio Universal (nombre pomposo porque no ocurrió en todo el universo, sino en la tierra, y sólo en parte de ella) fue provocado ex-profeso mediante el acercamiento de la Luna a la Tierra, lo que produjo no solamente tsunamis de enorme altura sino terremotos que barrieron gran parte de la superficie de la tierra firme.

La segunda radiación no es de origen natural como la primera sino que se produce dentro de la Luna misma, dirigida hacia la Tierra, y está siendo utilizada para manipular las emociones y la mentalidad humana a voluntad de modo que sirva a los intereses de aquellos que colocaron la Luna en ese lugar.

En resumen, la Luna es una base alienígena que no solamente nos vigila sino que nos afecta negativamente y nos controla; la Luna está habitada desde hace milenios y por esa razón las misiones espaciales terrestres han abandonado el proyecto de conquistarla.

De ninguna manera les dejarían hacerlo; la tecnología humana no está a la altura de atreverse a semejante riesgo, por eso están dedicando sus esfuerzos hacia Marte aunque sospecho que pronto también serán expulsados porque igualmente el interior de Marte está habitado y la raza humana no tiene buena fama dentro del universo.

Estas radiaciones mencionadas afectan a todos los pueblos de la Tierra, pero especialmente a aquellos con cierta sensibilidad particular y poca tolerancia al sufrimiento, como el nuestro.

La Luna en Capricornio de por sí es sufrida porque la Luna representaría algo así como una rosa y Capricornio, algo similar a una morsa de mecánico. Nuestro pueblo es imposible que pueda estar feliz, en paz y conforme; por su naturaleza, siempre le van a falta cinco centavos para el peso.

Otros pueblos, como el brasileño, por ejemplo debido a su naturaleza lunar Taurina, es feliz cantando, bailando, jugando y disfrutando porque tiene otra apreciación de la vida.

Por eso los argentinos somos tan proclives a sentirnos ofendidos tan fácilmente y también a reaccionar contra el coterráneo, a evitar los esfuerzos prolongados y pesados, un pueblo con la mirada puesta en el pasado, que aparenta normalidad pero que no es lo que muestra. El pueblo de Argentina se comporta como un niño malcriado mientras hipócritamente pretende ser visto por los demás como un adulto.

No nos dejemos engañar por la cabra Capricornio; Capricornio representa, entre otras cosas, a la piel. ¿Hay algo que posea mayor sensibilidad en nuestro cuerpo? Así de fácil el pueblo argentino se fastidia, todo le molesta, protesta, se queja, pero siempre como la piel, superficialmente, porque no tiene la fibra necesaria como para manifestarse en contra de todos los males de la tierra que lo aquejan o cambiar su actitud hacia el beneficio.

Sí, es cierto, hay Capricornios materialistas y fríos, calculadores, pero porque han debido amordazar a su sensibilidad por ser incompatible con su supervivencia y sus ambiciones. Y muchas veces tragan sapos y más sapos, pero con una sonrisa, porque al decir argentino “está todo bien” de la piel para afuera.

Pero más allá de las influencias externas emocionales, desde otro ángulo analicemos la calidad de la Inteligencia Emocional del argentino promedio. La Inteligencia Emocional (I.E.) es la capacidad de regular voluntariamente nuestras emociones. Está demostrado por estudios psicológicos que la I.E. es la que impulsa el éxito de la persona, en forma directamente proporcional. Alguien con una alta I.E. será capaz de sortear todos los obstáculos e inclusive obtener beneficios de ellos; con baja I.E., la persona tiende a repetir el fracaso, a deprimirse, a no tener buenas relaciones con sus semejantes, y llevar una vida mediocre y llena de problemas recurrentes que al no saber resolver, insisten en presentársele cíclicamente para ayudarle a aprender el camino hacia la superación.

La I.E. no tiene nada que ver con la inteligencia, es decir con el coeficiente intelectual de una persona; se concentra en las emociones y por eso a veces nos preguntamos comó un pueblo que muestra tantos ejemplares capaces, inteligentes y hasta brillantes en muchos campos de la Ciencia y el deporte, puede mostrar de manera tan pueril, tanta estupidez y contradicción incomprensible, y tanta necesidad de HACERLO TODO AL REVÉS.

Hay una frase muy popular acorde a cuando un argentino está detrás de una ventanilla y el otro es el que tiene que hacer el trámite, que si no fuera tan cruel sería cómica: “Para qué te la voy a hacer fácil si te la puedo hacer difícil”. Está demostrado que siempre el peor enemigo de un argentino termina siendo otro argentino, y eso siempre ha sido, es y será aprovechado por los países extranjeros.

Porque si es que acaso existe el Reino del Revés que mencionaba María Elena Walsh en sus canciones, ése está en Argentina, y no voy a detenerme en detalles porque tendría material para escribir diez libros, además de que es fácilmente observable por cualquiera que tan sólo mire siquiera con un solo ojo. Qué magnitud alcanzará esto, que hasta en el lunfardo argentino se tiende a mencionar “vesre” en lugar de “revés”…

Por curiosidad, si el lector quiere, sería interesante que como ejercicio mientras analizamos y definimos la I.E. del argentino promedio haga su propia lista y califique la conducta que corresponde en cada caso, con puntaje del 1 al 10. Es decir, por ejemplo, 1 significa ausencia total del componente. Esto se propone a fin de que cada lector saque su propia conclusión y no sea yo quien subjetivamente califique a la mentalidad argentina, ya que no quiero influenciar a nadie ni que ningún argentino hipersensible se sienta molesto por mi opinión.

Respecto de la I. E., ésta se encuentra muy ligada a cinco componentes, a saber:

1) AUTOCONCIENCIA: es la capacidad de percibir los propios sentimientos y los pensamientos, de forma que el individuo sea capaz de clasificarlos e identificarlos, diferenciando claramente el enojo, por ejemplo, a diferencia del miedo, de la envidia, del resentimiento, de la frustración, etc.

Si no somos capaces de darnos cuenta qué es exactamente lo que nos pasa, reaccionaremos de cualquier manera menos de la apropiada, en forma impredecible, caótica, confusa e inexplicable para quien nos observa de manera objetiva por lo que difícilmente nos comprenderá ni tendrá una opinión definida sobre cómo somos. ¿Es prudente confiar en una persona que se muestra así? ¿Usted lo haría?

2) MANEJO DE LAS EMOCIONES: se trata de reconocer el instante cuando nos embarga una emoción y ser capaces de mantenerla en stand-by durante un mínimo tiempo sin que se desborde, hasta tanto no estemos seguros de reaccionar de la forma correcta y beneficiosa. ¿Qué puntaje le damos al argentino promedio? ¿Cómo reacciona la gente en la calle?

3) EMPATÍA: significa ponerse en el lugar del otro y condicionar nuestras acciones debido a cuánto nos importa lo que pueda sucederle al otro debido a nuestros actos y decidamos cuidarlo y no perjudicarlo al tomar nuestra decisión.

Se refiere a tener en cuenta las consecuencias de cada cosa que hacemos considerando sus efectos posteriores sobre los demás. ¿Es empático el argentino? ¿De qué nacionalidad proviene el conocido “qué-me-importa” y el “no-te-metás”?

La empatía es fundamental y sumamente necesaria en el trato social con nuestros congéneres, al grado que si un individuo no muestra empatía, no pretendamos que exista Inteligencia Emocional en ese sujeto, y por lo tanto no esperemos que resurja de vivir siempre como mediocre.  

El problema es que si no hay I.E. o es muy reducida, la nube del fracaso siempre estará pendiendo sobre la persona, y a menudo desencadenará un temporal, del que esa persona se va a quejar pero no hará nada para remediarlo.

Téngase en cuenta que este componente condiciona severamente la presencia de I.E. Por ejemplo, la ausencia de empatía es muy común en delincuentes, criminales y asesinos, que actúan sin la menor preocupación porque no sienten o no les importa en absoluto que estén haciendo un daño o provocando un dolor a las otras personas.

4) MOTIVACIÓN: es el impulso constante que nos guía hacia esforzarnos en hacer las cosas de la mejor manera posible, y si se pudiera, perfeccionarlas (ser proactivo). ¿Coincide este concepto con el de la mentalidad promedio?. ¿Es valorada con justicia en Argentina una persona que se comporta así o es catalogada por sus pares como “hinchapelotas” o “arrastrado”.

5) HABILIDAD SOCIAL: manejar las relaciones de forma de resolver los posibles conflictos, negociando en lugar de pretender imponer fanáticamente su propia razón. Tal vez esto tenga relación con la tan mentada Grieta argentina y las divisiones acérrimas debido a los fanatismos deportivos, religiosos y políticos. El argentino suele ser muy social pero esa conducta es sólo de la boca para afuera, porque en realidad es prejuicioso.

Así, a esta altura el lector habrá calificado la conducta del argentino promedio, desde un 1+1+1+1+1 = 5 (deplorable) hasta un total de 10+10+10+10+10 = 50 (excelente). Ese puntaje obtenido, una vez que ese total sea dividido por 5, nos mostrará la opinión personal que tenemos cada uno sobre la salud emocional del argentino promedio, desde 1 a 10.

Hace años se hizo un estudio en EEUU sobre 2.000 niños de edad pre-escolar; 15 años después se volvió a hacer el mismo estudio sobre los mismos 2.000 sujetos, y entonces se descubrió algo muy preocupante: que SU COEFICIENTE DE INTELIGENCIA EMOCIONAL HABÍA DISMINUÍDO siendo que lo normal es que a medida que la persona se hace mayor en edad, su I.E. aumente.

Esto no es casual, está provocado subliminalmente a fin de crear una generación de frustrados y fracasados, porque ya sabemos que la I.E. (y no sólo su coeficiente de inteligencia) es lo que determina el éxito de una persona.

Cualquier grupo de seres humanos que disminuya su I. E. es cada vez más proclive a disociarse de su entorno y ya se sabe desde hace siglos que “divide y reinarás”, volviéndose muy difícil que decidan unirse estas personas en pos de un interés común, ya que se han vuelto individualistas, rebeldes e incompatibles.

Así, el Estado en Latinoamérica se vuelve más grande y los ciudadanos más pequeños, ecuación cada día más evidente y contraria a los intereses del ciudadano, de su libertad, de su paz y de su progreso.

Cósmicamente, al argentino se le está exigiendo maduración, evolución y criterio; cambio y definición, pero para eso debe despertar y la parte buena de la noticia es que definitivamente lo hará. De una forma o de otra.

Pero lamentablemente ha elegido la forma dolorosa y solamente un milagro podrá hacer que recapacite a tiempo. El planeta Plutón (cambios, transformaciones, muerte y transmutación) comienza su tránsito des-constructivo sobre la Carta Natal de Argentina en enero del 2020 respaldado por Urano (sorpresas, agresiones, quiebres), los dos planetas de la regeneración, ambos imposibles de eludir y que durante dos larguísimos años modificarán a la Argentina desde sus raíces y sin miramientos; Argentina va a cambiar profundamente o va a desaparecer como ente independiente. Resulta interesante leer las profecías de Parravicini al respecto, que ya aventura estas situaciones y cómo terminan.

Los que logremos ver a la Argentina luego de estos tránsitos no la reconoceremos, porque hasta es posible que cambie su geografía y hasta su nombre. Muchos idiomas extranjeros se escucharán con palabras muy duras y lo que digan no será agradable para el argentino; llegó la hora del sorteo y nos hemos comprado todos los números.

Desde hace años que estoy invitando al ciudadano a reaccionar y advirtiendo las consecuencias de no hacerlo, porque el resultado futuro en su todo habrá dependido del grado de inteligencia emocional que demuestre el argentino y de una vez por todas se decida a dejar de vivir en el reino del revés.

El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo

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