Hoy es 29 de enero del 2017 y en esta zona estamos soportando una terrible ola de calor. ¿Está a punto de terminarse el mundo? Años antes, en el siglo pasado, muchos no creían que la Humanidad iba a sobrevivir más allá del 2000; también muchos otros creyeron que como el Calendario Maya señalaba el 2012 como fin de un ciclo, y no se registraba información más allá de esa fecha, todo se terminaría sobre la faz del planeta que habitamos a partir de esa fecha.

Hace algunos minutos he medido la temperatura ambiente mediante un certero termómetro LASER que normalmente utilizo en mis cursos de Mecánica, para medir la temperatura de los motores en funcionamiento y para infinidad de otros usos que se relacionan con la temperatura de sistemas en funcionamiento, y he comprobado que adentro hay actualmente 38 grados, mientras que medido sobre el hormigón del piso donde pega el sol, hay una temperatura de 53 grados, lo que justifica el absoluto silencio en la ciudad porque en la calle no se encuentran ni las moscas.

Por otra parte, me ha llamado la atención que en Rusia, el presidente Putin ordenó hace poco tiempo la construcción de enormes refugios subterráneos y grandes reservas de agua potable y alimentos. En EEUU, el entonces presidente Obama también recomendó la acumulación de agua y alimentos como para sobrevivir durante 15 días, al menos. Pero nadie dijo el porqué, y la razón ha permanecido en el misterio; muchos pensaron en una guerra nuclear, otros, en catástrofes climáticas.

También la NASA pronosticó la llegada de intensas llamaradas de campo eléctrico solar a nuestra superficie, envolviendo a la Tierra con magnitud electromagnética suficiente como para destruir todos los artefactos electrónicos, lo que posiblemente nos retrotraería a la Era del Fuego.

Parte de esa advertencia se ha cumplido evidentemente porque las telecomunciaciones y la Internet han sufrido interrupciones momentáneas aparentemente inexplicables, lo que muestra que enormes campos de energía se están propagado desde el sol.

¿Qué está pasando? ¿Qué es lo que nos espera? Innumerables profecías han indicado fechas en las que la Humanidad llegaría a su final, y sin embargo, pasa el tiempo y estas profecías no se están cumpliendo.

El Calendario Maya no se prolongó debido a que no se sabía en ese entonces cual de las líneas de futuro tomaría la Humanidad, y si bien no se observa físicamente que haya tomado una línea apropiada, espiritualmente los cambios se han dado en muchas personas de forma que se ha logrado una masa crítica necesaria como para que el fin todavía no se haya dado y probablemente, ese final no se de en la forma cruel en que ha sido pronosticado.

¿Por qué? ¿Cual es la razón de que aún sigamos existiendo sobre el planeta? Haciéndome esta pregunta, y buscando la razón de esta ola de calor que está invadiendo la mayor parte de Argentina, de pronto se me ha presentado una imagen que vi hace algunos años, que interpreto como la respuesta a dicha pregunta.

He aquí mi teoría, que puede ser tomada en cuenta o no, pero que al menos, a mí me satisface. En los primeros días de mayo del 2015, la NASA, como todos los días y a través de filtros especiales fotografió la superficie del sol, a la cual ha estado siempre muy atenta debido al incremento de las explosiones solares que arrojan campos de partículas subatómicas por todo el Sistema Solar y debido a la cercanía, muy capaces de provocar la incineración de la superficie de nuestro planeta.

La foto que fue obtenida en esos días fue la que se muestra encabezando este artículo. Se puede ver en ella a una inmensa bola del tamaño de Júpiter “conectada” a la superficie del sol mediante un haz perfectamente visible en la foto.

Alguien, no humano, está interviniendo en los fenómenos atómicos del sol de forma de modificar sus emisiones. Aparentemente, nadie ha encontrado una razón que explique este hecho o si la ha encontrado no la ha divulgado, quedando como curiosidad y circulando por Internet como un misterio más que no ha podido resolverse. Pero “misteriosamente” muchos videos sobre el tema han desaparecido no bien fueron subidos a la red.

Cabe comentar que ninguna de las civilizaciones extraterrestres conocidas, habita sobre la superficie de los planetas, sino en su interior. A través de millones de años de evolución han comprendido que el lugar menos adecuado para desarrollar una civilización, es justamente donde nosotros habitamos, la superficie.

En todos los planetas existe vida de distintas densidades, aún en el interior de nuestro planeta hay enormes cavernas y redes de túneles que comunican no sólo países de la superficie sino continentes entre sí. La civilización ET que habita el interior del satélite artificial que conocemos como Luna, está protegida por el espesor de la capa esférica de materia de su superficie.

Hay vida intraterrena en la Tierra, así como en Marte, en Venus, etc. porque así es como normalmente se desarrolla la vida en el universo. La capa de superficie de los mismos protege a sus habitantes, cuando nosotros solamente estamos protegidos por nuestra atmósfera, que tanto insistimos en destruir mediante la contaminación.

Por lo tanto, los únicos que estamos en peligro somos nosotros, los insignificantes pero tan soberbios habitantes de la superficie de la Tierra. Sin embargo, nuestra civilización, caótica, belicosa, atrofiada, insensible y por eso mismo, productora de avances evolutivos inesperados, parece ser la “niña mimada” de estos seres ET.

Éstos vienen interviniendo para acelerar nuestra evolución, e incluso, hoy en día, ya no podemos hablar de humanidad sobre la Tierra sino de una “sociedad” mezclada entre humanos y especímenes híbridos especialmente preparados por distintas civilizaciones ET, en el afán de experimentar produciendo una nueva especie, más evolucionada.

Volviendo a la imagen mencionada, en ella se ve una inmensa nave esférica ET interactuando con el sol. En otras fotos, que pueden encontrarse gugleando “objeto junto al sol” se observan naves de distintas formas, rodeando al mismo.

El filamento de contacto que se observa es un canal, mediante el cual la nave está retirando plasma del sol y como contrapartida, reconvirtiéndolo e inyectando antimateria en la misma proporción; evidentemente, ellos conocen la alquimia necesaria para transformar la energía en sus distintos aspectos, por su adelantado conocimiento sobre el uso de la energía atómica.

No lo están haciendo sólo ahora; lo han hecho desde siempre, manteniendo un equilibrio conveniente, tal como en nuestro planeta controlan el contenido ígneo de lava interna mediante la observación permanente y la medición de las emisiones de los volcanes. Cuando un volcán amenaza con romper el equilibrio interno, ellos lanzan por el cráter cilindros de antimateria y “enfrían” el proceso para que el volcan se controle.

El contenido de lava incandescente del interior del planeta es responsable del campo gravitacional y magnético del planeta y por lo tanto de las líneas de campo que lo rodean, utilizadas como “caminos” por las naves ET, que buscan evitar los “baches” o anomalías de campo magnético que interfieren con el control de sus naves, al grado de que ya se han producido una cantidad de accidentes en los que se han estrellado contra el suelo (Rosswell, EEUU, 1947, es un ejemplo de los cientos que hay).

Lo mismo están haciendo con las emisiones solares, controlándolas para que no dañen a las superficies de los planetas del Sistema Solar y no se produzcan desequilibrios en los campos magnéticos que para ellos son tan importantes para su desplazamiento en esta dimensión y también, sobre las puertas energéticas que utilizan para interconectar puntos del espacio y pasar a dimensiones de otras vibraciones, las que utilizan para sus viajes eludiendo la ecuación de Einstein que para nosotros, maximiza la velocidad de la luz.

En otras palabras, como quien diría, “de rebote”, estamos siendo protegidos por otras civilizaciones muchísimo más avanzadas, aunque ello no evite que lleguen a la Tierra estas intensas olas de calor a las que no estamos acostumbrados. Por lo tanto, sufrir cierto grado de calor, hasta ahora, creo que es preferible a morir achicharrados por las radiaciones solares, al menos así yo lo considero. Ésa es una de las razones por las cuales la Humanidad, aún permanece con vida.

El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo

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