¿LAS GÁRGOLAS SON DEMONIOS?
Las Gárgolas son Criaturas de Fuego con inmenso poder creadas en principio al mismo tiempo que descendió la Oscuridad al plano Tierra, pero que se han pasado al Bando de la Luz desde la Resurrección de Jesús, fascinadas por Su Aura y el diálogo que Jesús mantuviera con las Tinieblas.
Pertenecen a la Tribu Elemental de índole Sutil-Fuego-Aire y en realidad son similares a los Genios, capaces de volar, koboltizados (materializados) en esculturas especiales con el fin de ahuyentar a los demonios.
Son Entidades que no muestran su cuerpo pero que suelen habitar en dichas esculturas, una vez que han sido apropiadamente inducidas a ello por rituales conocidos solamente por Iniciados en la Alquimia Sagrada.
Las Gárgolas son seres que tienen una gran inteligencia y especiales facultades espirituales, al grado de que el Cielo les encarga misiones importantes. Fundamentalmente su especialidad es la vigilancia y la defensa de los lugares sagrados (muestra de ello son las Gárgolas que Dardo Rocha –masón fundador de la ciudad de La plata, Argentina) que hayan sido elegidos por el Supremo o por el hombre iniciado (catedral de La Plata, frente a Plaza Moreno).
Su soporte físico debe parecerse a sus cuerpos alados y el ritual que las incorpora es solamente conocido por algunos sacerdotes de la Iglesia Cristiana, por lo que el artista que haga la escultura debe conocer del tema para que su soporte físico sea lo más similar posible a su “forma” sutil.
Descienden a estos cuerpos físicos y desde allí protegen a los edificios e iglesias, sin descansar puesto que no necesitan hacerlo (no son seres físicos) y espantan a cuanto demonio se acerque a los lugares donde se les ha ubicado.
Responden a las indicaciones de los Ángeles, pudiendo permanecer en estado sutil y en misión de protección, aún cuando no encuentren un cuerpo físico tallado a su preferencia. Su gran voluntad de servicio es incondicional a los designios de las más altas Dimensiones Espirituales y aman con gran ardor a los más elevados representantes de Dios en los Cielos.
Se les otorga un nombre sagrado solo conocido por el Creador que amplifica su poder contra la Oscuridad en sus misiones de protección, y solamente mediante un ritual sumamente secreto y elaborado se puede hacerlas descender, una vez que se ha solicitado adecuadamente su presencia la que estará subordinada a los designios del Altísimo.
La solicitación consiste en complejos rituales, que tienen una secuencia apropiada a fin de que el Elemental vaya aceptando ser ubicado en su “forma” física, aunque si no se logra, sus Energías poderosas igualmente sobrevolarán los lugares protegidos a fin de espantar cualquier presencia demoníaca.
Estos altos conocimientos han sido traídos para el hombre a través de diálogos con Duendes, seres Elementales muy sabios que se han prestado a este maravilloso servicio para la Humanidad.
Fuente: Monseñor Claudio Páleka, Obispo de la Iglesia de los Mariavitas de la Argentina.
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Bendiciones e iluminación. Leo.