EL FUTURO QUE SEÑALA EL TAROT

Mucho se ha escrito sobre el Tarot, desde siglos. Algunos lo han hecho a su favor, otros en su contra; algunos mensajes son iluminadores sobre su significado, otros negadores sobre su eficacia. Como con toda opinión, siempre se vuelve necesario averiguar los antecedentes de quien la emite y la experiencia que avala sus conceptos; esto nos permitiría diferenciar a los especialistas de los charlatanes, separar a los que tienen vocación de ayudar de los que sólo intentan comerciar o conseguir un falso prestigio mediante la ignorancia de la gente. Dijo Jesús: “Por sus frutos los conocerás” cuando fue interrogado sobre los falsos profetas.

Respecto del Tarot, al igual que con la Astrología, hay que estar en su estudio y su práctica durante años para emitir una opinión que merezca ser tenida en cuenta; tiempo atrás me indignaba cuando alguien que no conocía del tema opinaba en contra pero ahora ya aprendí a analizar sus argumentos y sonreir a causa de los contrasentidos con que se manifiestan, lo que revela que ignoran sobre lo que hablan: a eso me refiero con “charlatanes”, siendo que algunos de ellos han logrado hacerse famosos.

Por ejemplo, yo no me atrevería a expresar una opinión sobre la pesca submarina más allá de la experiencia que he podido practicar en la bañera; digamos que aquí se aplica el antiguo dicho de Apeles, el pintor griego… “zapatero a tus zapatos”.

Pero sin embargo, dado que es mi costumbre leer e informarme sobre distintos temas y sus versiones emitidas por otras personas, suelo constantemente analizar ambas clases de opiniones, algunas de las cuales a esta altura de nuestra civilización me resultan ridículas aún proveniendo de algunos supuestos “colegas”.

Tomo por ejemplo la opinión del artista chileno Alejandro Jodorowsky, cuya biografía y opiniones he estudiado cuidadosamente porque por lo general sus declaraciones resultan incoherentes para mi comprensión. Jodorowsky es conocido por sus innumerables actividades en cine, teatro, y otras, entre las que se encuentra (según él mismo expresa) la práctica y la enseñanza del Tarot.

Este artículo no se trata sobre Jodorowky, sino sobre el futuro que nos puede mostrar el Tarot y sobre el significado del mismo; pero justamente leyendo lo que opina este señor es que no puedo menos que herguirme en defensa del Tarot.

Alejandro Jodorowsky dice ser tarotista, pero sin embargo en sus manifestaciones puedo ver que no ha podido llegar todavía al fondo del asunto.

Por ejemplo voy a citar y cuestionar ciertas afirmaciones suyas: él dice que lo que más le costó fue tirarse las cartas a sí mismo. Al menos yo, siempre lo he hecho y con resultados excelentes, ya que el Tarot es justamente una excelente herramienta para autoconocerse. También dice que el Tarot no predice el futuro; es obvio que no sabe de lo que está hablando porque por principio, evidencia que no entiende lo que es el futuro.

Por otra parte, él dice que hace 40 años que estudia el Tarot y que ha incursionado en las 1.500 clases de Tarot, lo que me ha dejado aterrorizado porque si esa cifra fuera cierta, no me han dicho la verdad mientras realizaba mi estudio de Parapsicología Científica en La Plata, pcia. de B. Aires, y tampoco cuando luego de tres años de cursada terminé con la categoría de Profesor en Parapsicología. Diría que algo entiendo sobre el tema, aunque es cierto que siempre se puede aprender algo nuevo.

Esta cifra que menciona Jodorowsky es verdaderamente sorprendente si llegara a ser cierta y me llamaría a dedicar mis próximos 40 años de vida que posiblemente no disponga, a esconderme bajo la cama y ponerme a estudiar calladamente las 1.493 clases que me faltan a pesar de que yo utilizaba el Tarot aún antes de graduarme en el año 1995. Es la primera vez que me entero de semejante cifra. Alucinante.

Por otra parte, tanto las declaraciones de Jodorowsky como de otros “colegas” me sorprenden porque SIEMPRE utilizo el Tarot en tiradas personales a mí mismo en las que observo cómo mi inconsciente se expresa indicándome sobre mi caminar cierto o equivocado, o sea, siempre he podido tirarme las cartas a mí mismo, para que se entienda, buscando mi autoconocimiento y mejoramiento personal.

De hecho lo he utilizado como terapia para seguir de cerca mi sanación emocional luego una tremenda catástrofe que casi me lleva a la muerte, y durante un año entero de sufrimiento y trabajo ha sido mi guía fiel para encontrar mi sanación hasta que finalmente me reveló que ya había superado el trance.

También quizás debería mencionar que gracias a una tirada de Tarot no terminé acribillado y arrojado en la esquina más oscura de la Plaza San Martín de La Plata una noche del año 1994, en mis épocas en las que militaba en una fracción política y practicaba la Astrología y el Tarot al servicio de identificar al amigo y al enemigo, cosa que en política es muy difícil descifrar pero que el Tarot inequívocamente desenmascara.

Es más, aún he interrogado a mis Guías Espirituales sobre la eficiencia del Tarot, y sus expresiones han sido altamente favorables y han elogiado esta herramienta debido a su claridad y eficacia. De otro modo, ya lo hubiera abandonado en lugar de profundizar su estudio y diseñar mis cursos actuales sobre Tarot y Astrología, con el fin de difundir estos conocimientos milenarios para quien quiera aprender esta sabiduría maravillosa.

El conocimiento del mundo debería pertenecer a todos si no fuera porque los débiles ansiosos de poder lo acumulan en secreto por causa de su ambición.

Bien, dejemos este aspecto para profundizar en el futuro que ayuda a visualizar el Tarot. Primero deberíamos comprender cómo funciona, es decir, qué es el Tarot. Se supone que el Tarot proviene del antiguo Egipto, donde se le asignaba relación con el “dios de la oscuridad” (en este caso con “oscuridad” se refiere a aquellos asuntos que el ser humano común desconoce) o el “contacto con los cielos”; recién ahora los estudios paleontológicos están revelando lo que siempre supimos sobre Egipto y su historia desde los últimos 4.000 años. Lo que siempre supimos los estudiantes de Misticismo, aclaremos, es decir, los iniciados en la sabiduría oculta.

Así, el Tarot es una herramienta para comunicarse con el ser interior de cada persona o bien, para “conversar” con la parte más íntima y secreta de uno mismo. El Tarot, así como la Astrología y la Numerología son artes/ciencias que no se han originado en este mundo sino que han quedado como herencias de “Dioses” extraterrestres.

Estos “dioses” han sido personajes responsables de la elevada tecnología aún no comprendida por las limitaciones de la Ciencia tradicional sobre los conocimientos que utilizaban los Mayas y los antiguos faraones, como por ejemplo, cómo se han construído las pirámides y para qué fueron hechas, tal como la misión que ellas cumplen en el planeta, que está plagado de pirámides.

Cuando se realiza una tirada de Tarot a una persona, al mezclar las cartas, el inconsciente de dicho consultante es quien dirige sus acciones e imprime en la tirada la descripción sobre conocimientos internos que su propio conciente ignora referente a la persona.

El tarotista no es otra cosa que un intérprete del mensaje; es necesario aclarar que esto no es videncia, sino conocimiento y práctica; no está reservado para los privilegiados aunque es frecuente que a los fines comerciales ciertos tarotistas se autocalifiquen como videntes, siendo que solamente son intérpretes, pero como las personas comunes no lo saben, esto acrecienta su prestigio y por lo tanto, sus ingresos.

Es cierto que muchas veces durante una interpretación, los tarotistas recibimos mensajes de aquellos seres espirituales que se arremolinan alrededor de una tirada, por lo que mis Guías me recomiendan nunca permitir que los oscuros se entrometan. Ellos mencionan que representa una excelente herramienta pero en tanto las cartas sólo respondan a los intereses luminosos.

En otras palabras, el consultante imprime lo que él no sabe que sabe y simplemente yo como consultor utilizo mi intuición y mi conocimiento para ilustrarlo al respecto. A veces mis Guías me susurran al oído cuando la persona es necesario que reciba un buen consejo o una información importante para su vida y es conveniente que yo se lo transmita para su propio bien.

Últimamente, gracias a los medios tecnológicos de la actualidad, puedo realizar tiradas sin límite de distancia, por teléfono, y los resultados son exactamente los mismos porque todos estamos conectados como partes del TODO. A veces, ni siquiera quien consulta está presente en la línea; simplemente me pregunta sus interrogantes o sus problemas y yo, en un rato disponible, sin su presencia física ni siquiera conectado por teléfono, hago la tirada y luego le informo al respecto.

El Tarot es sorprendente. Me ha permitido trasladarme con precisión a años atrás a una fecha y situación determinadas, brindándome todos los detalles de lo sucedido, identificando a los personajes, a sus participaciones y a sus intenciones.

Del mismo modo describen las situaciones actuales, así como describen las posibilidades FUTURAS, pese a lo que opinen tarotistas como Jodorowsky que por lo visto no han logrado aún su pleno manejo ni llegar a las profundidades de su sabiduría.

Aclaro que reconozco y respeto las capacidades de Jodorowsky en muchos otros temas en los que soy profano, pero en cuanto al Tarot, sus declaraciones son realmente desafortunadas. Zapatero, a tus zapatos…

Esto nos lleva a interrogarnos sobre qué clase de información futura el Tarot nos brinda, y cómo lo hace. En realidad, lo que puede describir sobre el futuro tiene ciertos condicionamientos, pero intentaré aclarar el asunto. Esta información nace puramente del fruto de mis investigaciones parapsicológicas personales y las experiencias obtenidas desde que comencé a internarme en lo oculto, a los 17 años; así he comprendido que lo que llamamos “futuro” tiene varios componentes, a saber:

1 – Hechos futuros claros y determinados que son meras consecuencias de nuestras actitudes y actividades presentes. Si toco la estufa encendida es seguro que me quemaré el dedo. Esto representa una línea recta sin posibilidades de confusión. Por ejemplo, si tomas tal autopista, llegarás sin duda a tal lugar donde dicha autopista te conduce. Ese tipo de futuro es claramente identificable y muchas veces no es necesario el Tarot para descifrarlo.

2 – El futuro que pronostica el Tarot indicando que hay situaciones que están ya declaradas y pendientes entre planos de conciencia, que tendrán un desenlace (“bajarán al plano Tierra”) en su debido momento. En tal caso en Parapsicología solemos mencionar como que “están en suspensión y aún no han bajado”. Se trata de un futuro predecible y consecuente aunque no es claramente percibido por la persona, salvo que lo intuya en ocasiones.

Estas situaciones están claramente definidas y muy raramente la persona podrá evitar que dichas energías se desencadenen, porque pertenecen al Plan de Vida que tiene la persona y están a la espera de las condiciones y el momento propicios para volverse realidad, o sea materializarse en las 3D, porque representan una lección necesaria para mostrarle al individuo que va por buen camino, o bien, que no es por ese camino.

Por lo general, muy pocas personas son capaces de realizar el giro apropiado en su actitud frente a la vida como para evitarlo, en cuyo caso si no pueden hacerlo la lectura solamente les puede servir como advertencia, algo así como “va a llover, lleva el paraguas”. No se trata de discutir si va a llover o no, sino de si llevará o no el paraguas.

3 – Una clase de “futuro” incierto y sólo probable si la persona persiste en la actitud actual, es decir, si no es capaz de desviarse como en el caso de, por ejemplo: “por este camino vas hacia el mar, si quieres ir hacia la cordillera, debes dar la vuelta”. En esta situación solamente se expresa LO QUE PUEDE SUCEDER, no LO QUE NECESARIAMENTE VAYA A SUCEDER.

La persona ha elegido una línea de las tantas que existen en su futuro pero está a tiempo de modificarla y tomar otra; en ese caso el Tarot simplemente advierte y señala. “Si sigues por aquí, entonces llegarás allá”.

En tal caso estamos hablando de una conclusión, no de una predicción de futuro; simplemente la persona puede tomar otra línea de futuro y eso le llevará a otro destino, pero si persiste en la actual, ése que se muestra será el resultado consecuente.

4 – El caso de la situación imponderable en la cual interviene además el albedrío de otras personas que aún no han decidido conciente o inconscientemente qué camino habrán de tomar porque aún es necesario que sucedan otras cosas antes de que se determine la consecuencia; o bien, aún es necesario que se organice la secuencia de acontecimientos y no existen suficientes datos como para definirla. Pero sí se expresa una posible tendencia si todo sigue su curso, un éxito o un fracaso.

Curiosamente, casi yo diría que en forma mágica, el Tarot además expresa claramente de qué clase de “futuro” se trata, y en los casos en que aún hay demasiadas variables en juego que admiten numerosos grados de libertad, las cartas indicarán un “dentro de un tiempo” indefinido en que “puede haber una consecuencia de tal clase luego de un cambio”, pero para ello deberemos esperar a ver qué clase de cambio ha de elegir la persona. En Ingeniería entendemos como “grados de libertad” al número de valores que pueden ser asignados o elegidos para que ocurra o no un determinado suceso.

Por otra parte, la persona que entra a la Consulta no es la misma que se va, puesto que el conocimiento adquirido en el transcurrir de la tirada muchas veces le hace cambiar inmediatamente de actitud y entonces, cambiará su futuro para mejor.

Otras veces, la tirada aventura un “se va a equivocar” o bien un “se va a arrepentir”, sin definir lo que ocurrirá a continuación porque aún el proceso no se “ha armado en el estado de suspensión” y no se han determinado las condiciones dentro de las infinitas posibilidades de esa ocasión. En tal caso el futuro es incierto y depende de la reacción del individuo, porque existen numerosas líneas de futuro que pueden ser elegidas.

Pero siempre la Astrología o la Numerologíapredicen LAS CONDICIONES que se encontrarán, aunque no lo que le sucederá al nativo porque esto depende de la elección personal ante dichas circunstancias, pero sí aventuran un gran porcentaje de probabilidad tomada en función de cómo viene procediendo la persona y cómo suele emplear sus potenciales, así como la lección a aprender en ese caso acorde con su Proyecto de Vida.

Suele suceder en ocasiones que la persona tiene en mente cierto grado de confusión (que el Tarot indica claramente) y piensa caóticamente en varias intenciones distintas en simultáneo; en tal caso, la tirada resulta confusa y contradictoria porque es el reflejo de la mente de la persona que está en ese mismo estado. Así, primero deberíamos ayudar a que la persona se estabilice y pueda ver claramente, y luego de eso, decidir con cierto grado de criterio.

Hay que destacar que nunca el Tarot ni cualquier otra arte/ciencia nos brindará un conocimiento o un consejo que vulnere el libre albedrío de la persona; aún los Guías se mantendrán callados en ese caso o en la mejor situación, brindarán una respuesta evasiva pero que contiene un consejo valioso a ese respecto.

Ellos nunca condicionarán la expresión de la persona porque es ésa una Ley Universal de No Interferencia que no puede ser ignorada so pena de consecuencias kármicas imprevisibles y sumamente graves.

Es decir, como Consultor, tengo muy en claro que NUNCA se debe “guiar o conducir” a una persona sino solamente expresarle claramente la ubicación en la que se encuentra y las opciones que tiene, o sea, simplemente orientarlo y no dirigirlo; la decisión siempre deberá ser personal porque la responsabilidad ante el Universo origina severas consecuencias.

Por eso me irritan tanto los charlatanes que difunden irrealidades y falsedades, por intención o por ignorancia, que pueden llevar a las personas a adoptar creencias o tomar decisiones equivocadas; tales personajes no son sino oscuros representantes de la Tiniebla aunque ellos mismos aún no lo han comprendido.

Como dijera aquella Entidad durante una incorporación, a fin de discernir entre la verdad y la mentira: “La Luz trae respuestas, la Oscuridad las esconde”. Eso se aplica definitivamente en este plano material tanto como en los Planos Superiores. En este caso, es absolutamente necesario ser sabio, prudente, respetuoso y fiel en la interpretación del futuro que señala el Tarot.

El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo

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