¿QUIÉNES SON LOS ARCONTES?

La mejor definición de quienes son estos seres fue dada por Jesús cuando se refirió a ellos como “Las autoridades de la Oscuridad”. Es decir entonces que ellos, estos oscuros llamados “Arcontes” son entidades espirituales, no físicas, que pueden transitar entre dimensiones desde la primera hasta la cuarta, pasando por la nuestra, es decir la tercera dimensión, interponiéndose además en el camino del alma cuando busca dirigirse hacia las Dimensiones superiores de Luz, al quedar libre de la materia (cuando fallece la persona).

Estos seres tuvieron su origen cuando la Luz decidió manifestarse en las dimensiones corpóreas, por oposición, es decir por contrapartida de la dualidad. Esto significa que también ellos son seres que han sido originados por Luz pero no recuerdan sus orígenes de amor porque al volverse parte opositora, tal como nuestro dedo pulgar se opone al resto y de esa forma podemos practicar la posición prensil, ellos no forman parte de las Huestes de Luz sino que por el contrario, tomaron la actitud opuesta por lo que carecen de la capacidad de amar y los alimenta un gran desprecio y odio hacia la especie humana. Por tal razón no pueden pasar a la 5ta dimensión ni a las superiores porque la Luz imperante en dichas dimensiones resulta para ellos como poner un clavel dentro y encender el microondas.

Los Arcontes nos odian porque saben perfectamente que la especie humana tiene en sí misma la Semilla de Luz que le permite evolucionar y como tal puede liberarse en algún momento de su influencia maligna, por lo que aprovechan al humano como alimento y por ello, en lugar de ser independientes como pretendieron ser cuando decidieron apartarse, dependen lastimosamente de una especie “inferior” en evolución.

Esto deja en claro su incomprensible contradicción, tal como si los humanos odiáramos a la vaca porque nos alimentamos de su leche, o a las gallinas porque sus huevos terminan siendo nuestro alimento. Cualquier simple ser humano calificaría esa actitud como estupidez, sin duda alguna, pero los Arcontes son así: incongruentes, malignos, parásitos, irracionales, perversos incapaces de superar sus caprichos en pos de su propio beneficio.

Estos mismos “dioses” que dependen de la especie humana pero no logran descifrar nuestro misterio: el gran YAVE, el misterioso Jehová, el poderosísimo Dios, el mismo Diablo (todos son la misma Entidad, pero con distintos nombres tras los que se escudan) son incapaces de crear un organismo viviente que soporte un alma, tal como somos nosotros, los seres humanos.

Como sabemos, el amor es la esencia de la creatividad y dado que estos seres desconocen la capacidad de amar, también desconocen la superior capacidad de crear. Ellos pueden “fabricar” criaturas espantosas como los vampiros, los mosquitos, los insectos venenosos, pero son incapaces de crear un ser que pueda retener al alma porque no aciertan a encontrar la hebra de ADN que sostiene continuamente al alma en vida dentro de cada ser.

Son seres mentales-espirituales de capacidad y poder malvado, pero de baja vibración y no poseen alma como puede poseerla un ser humano. Su proceder es del tipo humano psicopático: no les importa el dolor ajeno, autojustifican cualquiera de sus acciones caprichosas, son comprados fácilmente aludiendo a su soberbia, son los mercenarios de quien pague mejor y son maestros de la manipulación. Como no pueden crear, su alimento consiste justamente en parasitar nuestras energías humanas, para lo que han desarrollado diversas estrategias.

Una de ellas por ejemplo, es el miedo. Cuando una persona se deja poseer por el miedo, emite una vibración baja que es inmediatamente capturada por estos seres que se nutren así de las energías humanas y de los demás seres que sufren, muchos de ellos humanos desencarnados, que habitan en la cuarta dimensión.

Un herramienta muy efectiva para ellos ha sido crear todas las dificultades que hacen sufrir a los seres humanos, como la guerra, la peste, el dolor, el miedo, la angustia. Pero su herramienta suprema es haber creado a la religión. Si bien algunos principios religiosos pueden ser motivo de que el ser humano busque llevar una conducta positiva, como contraparte ha sido introducido el miedo a lo oculto, al Demonio y a Dios (la misma Entidad); la culpa y el pecado son inventos de estos enfermos cósmicos.

Dios no es otra cosa que un supuesto poder inventado que castiga al ser humano cuando éste no obedece los principios enseñados y los mandamientos ordenados por ellos, que ellos mismos no cumplen (por ejemplo, el “no matarás”), de donde tiene origen la creencia en la culpa. La culpa conlleva el miedo al castigo, y todo esto origina vibraciones de baja frecuencia, justamente el alimento que ellos necesitan.

Estos seres no tienen mayor jerarquía que una persona humana y solamente son considerados dioses debido a la ignorancia humana que los venera y les rinde culto; así, Dios, Jehová, y los demás dioses de las religiones son una farsa de la que los Arcontes sacan provecho, pues para eso las crearon. Llama la atención la similitud de sus negatividades tan similares a las del ser humano; para ser “dioses” resultan bastante patéticos en sus conductas.

La artimaña consiste entonces en mantener esclavo al ser humano en pensamientos, sentimientos y emociones; manipularlo de manera que actúe en el sentido de dejarse someter y servir de alimento a los Arcontes. Estos seres poseen una organización similar a la militar, donde existen algunos que disponen de mando y otros que simplemente obedecen sin chistar. Su general en jefe, es el mismo Diablo, el Demonio, Satán o como quiera que se lo llame, la entidad oscura con mayor autoridad que intenta sobrevivir a través de las artimañas y engaños que utilizan sus “soldados”.

Sus soldados cobardes que le obedecen por miedo, no por honor y dignidad ni por amor ni respeto, dado que no tienen códigos de comportamiento puesto que en su necesidad de supervivencia, vale todo. Esta clase de seres sobreviven a costa de los comportamientos humanos errados llevados por creencias, culpas, miedos, envidias y toda la lista de negatividades que la riqueza del ser humano es capaz de inventar.

Si el ser humano eligiera el camino marcado por las Enseñanzas de Jesús, sería imposible para estas entidades vampirizar a las energías humanas. Justamente la llegada del Mesías tuvo el objeto de mostrar la verdad, porque sólo la verdad nos volverá libres. ¿Libres de qué? Libres de las manipulaciones, mentiras y vampirizaciones de estos seres oscuros. La verdadera Misión de Jesús fue venir a la Tierra a salvarnos; pero no a salvarnos como personas sino a evitar que nuestras almas cayeran en las sucias manos de los Arcontes luego de abandonar el cuerpo.

En primer lugar, según la tradición esotérica y acorde a la respiración del Cosmos, en los principios la Luz se replegó sobre sí misma generando un vacío donde se creó una Entidad muy potente debido a la contraposición, perteneciente a la Tribu Burdo-Sutil-Aire donde todo era noche y oscuridad profunda y que fue denominada “Tinieblas”, la que a su vez dio generación a otra criatura denominada Caos desde donde se creó todo lo existente basándose en la Ley de Acción y Reacción.

Otra criatura cósmica generada por la Luz en un principio fue el mismo Demonio, denominado en ese momento como Luzbel destinado a ser un lugarteniente para la Creación con poderes mayores a los del Arcángel Miguel, que en un principio al ser puesto al frente de los Arcángeles concibió (fue su primer paso en el camino errado) a otra criatura de un poder enorme conocida como el “Fuego del Averno”. Este fuego quema en el terreno espiritual, corrompiendo a las almas y es la principal arma que utiliza actualmente el Diablo una vez que fue separado de las Huestes de la Luz y se recluyera en el Pandemonium, su residencia y cuartel privado que creó para sus manejos oscuros.

El Pandemonium fue creado por el poder del Diablo y por una parte muestra todas las riquezas, el lujo y la ostentación, pero por otra muestra todos los horrores y las miserias imaginables, un desorden infinito y una suciedad asqueante. La religión denomina al Pandemonium como Infierno.

Su regente es el mismo Diablo quien está catalogado como Tribu Burdo-Sutil-Burdo-Fuego. Cabe explicar que “el Diablo” no se trata de un individuo separado sino de un conjunto de conciencias de la misma baja vibración, con mentalidad de colmena y por tal razón se la denomina Tribu. Esta Criatura infernal alimentó su ego al grado de copiar y desafiar los poderes de su propio Creador, la Luz, por lo que en lugar de colaborar y al entrar en antagonismo con la Fuente su vibración disminuyó de forma de apartarse y convenciendo a una cuarta parte de las criaturas angélicas, formó lo que hoy conocemos como Oscuridad.

El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo

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