Los Vampiros se han hecho muy famosos a través de las películas, como las de Drácula. ¿Qué realidad hay en ello? Una realidad pasmosa, que analizaremos con los detalles correspondientes. Hay distintas películas que nos muestran hasta vampiros risueños que terminan resultando compasivos y amorosos. Nada más lejos de la realidad, como siempre; las películas tienen más éxito cuanto mayor es su capacidad de desinformar.

Para comprender la verdadera motivación de los Vampiros, deberíamos comenzar por la descripción del Elemento Mercurio, una Criatura alquímica que ha recibido muchos nombres, pero como Espíritu Sutil, se la conoce principalmente como Mercurio, uno de los tres Espíritus que a través de la Transmutación Alquímica, son necesarios para generar a cualquier ser vivo.

El Mercurio (no el metal, por supuesto) es el Espíritu sujeto a la materia que permite la vida en ella; es decir, el Mercurio es el Espíritu de la Vida. Es el Elemento necesario para que la vida se adhiera a cualquier cuerpo Burdo, material, o bien, Sutil, espiritual. Representa algo así como el poder de cohesión que representa el cemento en una construcción, sin el cual, todo se reduciría a polvo, sin forma alguna.

No solamente sostiene la vida en el cuerpo del ser humano, sino en sus obras, en sus pensamientos, pero fundamentalmente se radica en el alma. El alma es el Espíritu Vital no por sí misma, sino por su capacidad de retener el Mercurio consigo. El alma tiene vida porque está imbuída de Mercurio, como una esponja llena de agua; el elemento vivo no sería la esponja sino el agua.

No podemos asimilar al Mercurio como elemento de Agua, Fuego, Aire, etc. porque no es similar a ellos sino más bien una Quintaesencia, o sea el producto de la combinación alquímica de todos ellos, en un estado Sutil que está más allá de todo lo conocido y comprendido por el ser humano común. Alguien que fuera religioso podría llamarle “el Aliento Vital de Dios”, y no estaría equivocado si se refiere a Dios como la Energía que todo lo interpenetra y que existe en todo punto de la Creación.

También el Mercurio anima a un cuerpo Burdo, como el único metal líquido que conocemos en la Tierra, que puede unirse o separarse en gotas, como todos sabemos, pero que sorprendentemente se vuelve a unir sin dar lugar a líneas de unión. Su constitución química es venenosa para la vida humana, y se utiliza en la extracción de Oro (en un proceso de combinaciones químicas grotescas, muy alejadas de los principios de la Alquimia).

Y también supuestamente es empleado en los motores de la naves ET que necesitan de una corriente intensa de un fluido de alta conducción eléctrica, moviéndose a alta velocidad en forma circular, de manera de generar un intenso campo magnético que por rechazo o atracción con el campo magnético terrestre, les permite viajar a velocidades increíbles o mantenerse “flotando” en el aire.

Quien haya visto un OVNI “flotando” estático en el aire, habrá notado su leve oscilación (bamboleo) debido a las variaciones instantáneas del campo magnético terrestre. Y las anomalías sorpresivas de este campo terrestre es la causa de que estas naves en ocasiones pierdan el control y se estrellen en la superficie del planeta, como tantas veces ya ha ocurrido.

Volviendo al Mercurio como Espíritu, éste es el responsable de la creación de “umbrales” cuando su densidad es elevada; estos espacios únicos son lugares en los que cuando una persona entra, renueva su Mercurio, es decir, obtiene una vida nueva con mayor potencial, sobre todo espiritual y de mayor conciencia.

El Umbral nunca debe atravesarse, porque la persona muere, es decir, pasa a otro estado de vida espiritual debido al cambio de su Mercurio por otro nuevo. Pierde su identidad material anterior y si bien, continúa en vida espiritual, se ve obligado a abandonar su cuerpo. ¿Sucede algo así en el Triángulo de Las Bermudas y en el Mar de China?

¿Qué tiene que ver esto con los Vampiros? Estamos hablando de “vampiros humanos” por supuesto. De paso menciono que hay cierta clase muy común de “vampiros energéticos” (muchas veces ni ellos mismos saben que lo son) que se alimentan de la energía vital de otras personas de su cercanía. Se los reconoce por ser muy manipuladores y porque permanecer a su lado durante un rato prolongado, hace que uno sienta cierta somnolencia y adormecimiento.

En otros casos, dormir durante la noche al lado de estos “vampiros humanos” hace que uno se sienta muy cansado por la mañana, al intentar levantarse. En la noche, se refuerza el “robo de energía” de estos seres humanos a su víctima que descansa inocentemente, pero de esa energía se alimentan psíquicamente, del mismo modo que los seres del Bajo Astral (Cuarta dimensión).

Sin embargo, más allá de los “vampiros energéticos”, específicamente ahora me voy a referir a los Vampiros Humanos de la Tribu Burdo-Burdo-Sutil-Aire, seres que han hecho pactos con la Oscuridad para prolongar su vida más allá del límite normal de un ser humano. A cambio de ello, de mantenerse jóvenes a través del tiempo, se encargan de esparcir el mal sobre la Tierra, al servicio del Príncipe de la Tinieblas.

¿Cómo puede perpetuar su vida un vampiro? Tomando las vidas de otros inocentes. “La vida está en la sangre…” (Levítico 17) y es mediante la sangre de otras personas que el Vampiro puede continuar la suya: “tomando” una nueva dosis de Mercurio. Obtienen la fuerza mercurial de la sangre de sus víctimas, lo que les produce un estado de euforia descontrolada, un frenesí de alto contenido sexual, porque los potencia energéticamente y en ese estado se sienten omnipotentes.

¿Donde están estos Vampiros? No están como se muestra en las películas durmiendo en su ataúd y sólo salen de noche. Son seres reales, de carne y hueso, escudados tras una organización poderosa que rige los destinos de naciones enteras; su poderío económico los vuelve titiriteros de cualquier gobierno, y por eso, son inaccesibles, porque se esconden tras su riqueza escandalosa y las sombras protegidas por sus servidores.

Permanecen en sus residencias, prefieren la oscuridad y no pueden alejarse mucho de sus lugares que habitan; como las tareas físicas les hacen perder energía rápidamente, necesitan de cierta servidumbre que los asista. No habitan en un país determinado (“Transilvania”), sino que están distribuídos por todo el mundo, y el secreto de su supervivencia está en la forma en la que han logrado pactar con las fuerzas de la Oscuridad que reina en este mundo.

Normalmente, la Oscuridad negocia fama y riqueza a cambio de servicios (como en el caso de ciertas bandas de rock, que transmiten sus mensajes diabólicos al colectivo inconsciente de la juventud, a fin de “hacer publicidad” a su amo), pero es fácil notar que aquellos simples mortales que pactan con la oscuridad para obtener esas distinciones nunca llegan a viejos.

La razón es porque la misma Oscuridad los utiliza, pero igualmente los desprecia y los odia, por lo que una vez obtenido el servicio deseado, los abandona a su suerte y en ocasiones, los elimina para que no puedan atestiguar en su contra o divulgar sus secretos.

Es poco común, por ejemplo, que un Mago Negro sobreviva más allá de los 60 años, porque es abandonado por su “socio” o es víctima de sufrimientos horribles hasta su muerte, provocados ex-profeso por su antiguo “empleador/colaborador”. En cambio, los Vampiros permanecen respaldados por su gran habilidad de negociación con el Oscuro mayor, lo que les da cierta impunidad para adquirir poder y riqueza.

Este poder, el dinero y la impunidad les permite a su vez realizar grandes servicios a su majestad demoníaca desde las sombras, y pueden permanecer distanciados de las personas comunes. Dichas características, entonces, crearán una fuerte dependencia mutua con su “socio” quien de ese modo se servirá de ellos para manipular la economía del mundo, donde reina indiscutiblemente.

Por esa razón, en su diálogo con Jesús en el desierto, el Demonio le ofreció “Todo esto te daré, si postrado me adorares” (Mateo 4:9), a lo que Jesús respondió que no era eso lo que Él había venido a buscar; si el Oscuro no fuera el Rey de este Mundo no podría haber hecho semejante oferta.

Los Vampiros no son amigos del Oscuro, ya que éste odia perversamente a toda la Humanidad, pero se sostienen a cambio de ser los ejecutores materiales de los deseos más abominables de su Señor, y se encuentran esparcidos por diversos continentes, cumpliendo misiones a cambio de sus beneficios.

No nos vamos a encontrar cara a cara en una noche a la vuelta de la esquina con un Vampiro; ellos no se rebajan a merodear sueltos por entre la humanidad común, a la que desprecian. Sus alimentos los obtienen de sus sirvientes, que son los encargados de conseguir las víctimas, prefiriendo la sangre de individuos jóvenes y fuertes que les otorguen mayor poder Mercurial.

Igualmente, tal como en las asociaciones ilícitas mafiosas de la Humanidad, tarde o temprano serán eliminados y reemplazados por otros; estamos en la Era del descubrimiento de todos estos secretos, debido a la acción de la Cuadratura Urano/Plutón, y nada quedará sin explicación, ni sin la puesta a la luz inexorable; estos efectos ya se ven todos los días en los noticieros.

Se ha iniciado un nuevo ciclo y nada ni nadie lo podrá detener; (Mateo 11:15) “El que tenga oídos para oír, que oiga”.

El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo

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