LA INTERPRETACIÓN DE LA CARTA NATAL DE MAURICIO MACRI

El actual Presidente de Argentina nació bajo el Signo de Acuario, lo que nos indica una persona renovadora, inconvencional, que le gusta hacer las cosas de forma diferente a lo acostumbrado, muy renuente a ser obligado y que tiene la capacidad de sorprender con sus actitudes insólitas.

El tener también la Luna (emociones) y Mercurio (pensamiento) en Acuario le ayuda a tomar las decisiones sin tener conflictos internos, en plena concordancia entre objetivos (Sol) pensamientos (Mercurio) y sentimientos (Luna), y esto lo hace todavía más Acuariano.

Su carta Natal lo señala con mucha actividad en los grupos humanos, con capacidad de liderazgo (Ascendente Aries). Su Mediocielo (la parte más alta de la Carta) lo lleva a buscar la cumbre (Capricornio) y sus decisiones son frías y calculadas, y aunque no es abiertamente un político, siente atracción hacia la política pero en un sentido más amplio que sólo partidista, porque apunta más al poder del grupo organizado que al poder concentrado en una sola persona.

Su formación universitaria es muy estructurada (Ing. Civil) y así es como tiene ciertas contradicciones entre su necesidad de libertad y de renovar ciertos conceptos, y a la vez, mantener cierta estructura, lo que solamente puede resolver un Acuariano, oscilando entre ambas posturas opuestas e intentando conciliarlas.

Se siente cómodo en los grupos y allí despliega su capacidad de aprovechar su impulso natural junto con el aprovechamiento de la fuerza del grupo.

Su capacidad de autocontrol es muy importante, y hace uso de ella muy racionalmente; sabe controlarse muy bien aunque interiormente sus deseos sean muy otros. Le encantaría mandar al diablo a quienes lo hacen sentir presionado pero termina tratándolos con seriedad y respeto, pero poniendo cierta distancia; hay un Mauricio interno rebelde y que se fastidia cuando se encuentra con límites que él considera impropios, contrastando con otro Mauricio que necesita hacer las cosas socialmente y en equilibrio, en plena conciencias de que deben existir límites.

Presenta ciertos aspectos algo duros en su Natal. Se puede observar una figura denominada astrológicamente como Cruz Cósmica (el cuadrado interior en cuyos ángulos vemos 4 planetas) lo que lo hace muy dinámico, que lo obliga a estar en perpetuo movimiento.

No termina de resolver un problema y ya se le está presentando otro, con la obligación de resolverlo, sabiendo de antemano que luego ha de presentarse otro más; así ha sido siempre su vida.

Las personas con esta configuración natal tienen dos caminos: abandonarse a su destino como quien dice “que sea lo que Dios quiera” o acostumbrarse a resolver y de ese modo, crecer, pudiendo de esta forma alcanzar niveles de mucha actividad y experiencia.

Es muy fijo en su accionar, concreto, y a veces demasiado terco, con una gran necesidad de investigar y conocer hasta el último detalle; es muy difícil hacerle cambiar de opinión una vez que se ha decidido, aunque él puede decidir cambiarla inesperadamente a su criterio cuando… no se sabe, posiblemente ni él lo sabe, porque son impulsos internos que lo guían.

El problema preocupante de su esquema Natal se centra en su sistema nervioso; la necesidad de independencia se ve acentuada por la oposición a su Sol-Luna-Mercurio del planeta Urano, que le hace rebelarse contra toda imposición.
Esto está firmemente controlado por su excelente Saturno en Capricornio, pero le exige un esfuerzo muy grande, que él sabe disimular pero que perjudica su salud porque le requiere mucha energía.

El sistema nervioso de Mauricio está permanente bajo presión, y la pregunta es hasta cuando soportará esta ambivalencia provocada por su necesidad de soltarse, pero amordazada por sus principios de control. Esto atenta contra su salud, y le impide esfuerzos sostenidos durante mucho tiempo, los que reemplaza con decisiones intuitivas inesperadas.

La mejor recomendación para su caso sería que alternara sus momentos de responsabilidad con rápidas “escapadas” a la libertad, la que necesita como el aire a sus pulmones. Estos momentos de soltura le traen inspiraciones que a veces ni él mismo sabe cómo llegaron a su mente, pero que son acertadas.

Debería para ello formar un equipo de trabajo que pueda funcionar apropiadamente, aún sin su presencia, mediante procotocolos previamente establecidos, teniendo cada integrante una función específica y relativamente autónoma.
Es sumamente dependiente de lo social, importándole mucho “el qué dirán”, intentando a toda costa mantener su imagen en el más alto nivel; le gusta que lo vean como una persona responsable, seria, capaz, controlada. Pero yo no me arriesgaría a intentar ponerlo en ridículo en público…
Es compasivo y muy celoso hacia su gente. Su necesidad es cambiar, innovar, renovar en forma permanente; para Mauricio, la vida es permanente cambio, motivado por sus componentes acuarianos (Sol, Luna, Mercurio) y su Cruz Cósmica, y le es imposible mantenerse quieto, sobre todo mentalmente.

Tiene golpes de intuición acertados en el momento justo; no es casual que haya encargado hacer su propio bastón presidencial, ni tampoco que haya mandado limpiar 3 veces los lugares que ocupa. Tiene conciencia sobre los campos energéticos negativos y probablemente los perciba.

Su talón de Aquiles es entonces todo aquello que afecte a su sistema nervioso, en el cual denota cierta fragilidad; puede estar dando una imagen de serenidad exterior pero no es así por dentro ya que su contención es puramente cerebral.

Hay una buena distribución de Elementos en su Natal, esto quiere decir un equilibrio entre sus componetes de Fuego, Agua, Tierra y Aire, prevaleciendo éste último por sus características acuarianas, o sea, está abierto al pensamiento y a la comunicación. La forma adecuada de interactuar con él es mediante la lógica, el sentido común y la comunicación.

Sus Polaridades también están bastante equilibradas, es decir, es activo tanto como reactivo; no sólo tiene prioridad su decisión sino que también es sensible a los estímulos que provienen del exterior, en partes iguales. Tiene un manejo muy inteligente de su accionar, nada hace por capricho.

Le cuesta más adaptarse al entorno que tomar decisiones por sí mismo, o sea que si bien tiene iniciativa, ésta surge preferentemente por motus propio, que por la necesidad de adaptarse al entorno. Igualmente, sus decisiones son muy fijas y una vez convencido de que ése es el camino correcto no aceptará presiones externas hacia un cambio de rumbo.
Se nota en su Natal que es mucho más extrovertido que introvertido, mucho más independiente que dependiente de los demás.

Curiosamente no cuenta con los elementos que definen a un líder; él no se basa en conducir ni en ser conducido, él intenta que su grupo, su entorno, se mueva como un solo bloque pero no él conduciéndolo sino integrándolo, como si fuera un reloj sincronizado donde todos los engranajes son necesarios.

Esto no sólo es novedoso en un país que siempre ha necesitado caudillos que le digan lo que tiene que hacer; Mauricio no tiene condiciones de líder ni tampoco le interesa serlo, él está mucho más avanzado que eso, percibe claramente las tendencias del futuro; él cree en la fuerza de las voluntades unidas conjugadas hacia un mismo propósito, más que en un caudillo determinante.

Este tipo de pensamiento todavía no es bien entendido por las masas acostumbradas al sistema “tribu-cacique”, que no llegan a interpretarlo en su mayoría ni tampoco están acostumbrados a ello. Los tiempos de caudillismo han terminado en este nuevo Ciclo de Energía y Mauricio lo presiente, y los que sistemas que aún funcionan de esta forma están predeterminados a finalizar en el fracaso.

Sin embargo, gran parte del pueblo argentino tiene características infantiles: caprichoso, dependiente, voluble, irresponsable, atento más a lo que diga “papá” o “mamá” que a tomar iniciativas en conjunto como sistema social hacia el beneficio general, y permanece en actitud de esperar los regalos de fin de año en lugar de salir a buscarlos por cuenta propia como una cuestión de perseguir elevar su propia dignidad y autoestima.

Se ve que Mauricio desde pequeño ha sido muy exigido y ha respondido en forma rebelde, su infancia no ha sido fácil porque es muy natural que necesite que lo dejen “ser él”, ni mejor ni peor que los demás, pero distinto, y a su manera.

La Luna de Argentina (el pueblo) coincide exactamente (19º de Capricornio) con su mediocielo, lo que interactúa entre ellos: Macri le otorga suma importancia al pueblo argentino y a su vez, el pueblo argentino ejerce gran influencia sobre él.

El Sol de Argentina brilla sobre la parte baja de la Natal de Mauricio, haciendo que le sea sumamente importante el progreso del país, lo que lo sustentará más todavía en la medida que avance.

El Parte Fortuna lo favorece en tanto se exprese en función de su personalidad, y se refuerce su autoestima; en otras palabras, es afortunado y así se lo observa desde lo exterior.

Su misión en esta vida es poner en equilibrio situaciones que naturalmente no lo estén, asociarse en igualdad, lograr la armonía donde no la hay; si se presentan las condiciones adecuadas, puede poner a funcionar al país como una máquina perfectamente aceitada.

Los planetas transpersonales de su Natal, Urano, Neptuno y Plutón, que se presentan retrógrados, lo vuelven muy sensitivo al Inconsciente Colectivo, lo que lo condiciona a la necesidad de escuchar y sintonizarse con el sentir popular.

No queda duda que para Mauricio es absolutamente necesario ordenar y disciplinar lo caótico que ha encontrado en el país cuando asumió, y probablemente eso no lo deje dormir. Como empresario, él nunca esperó que fuese a recibir un Estado tan destruido no sólo en lo económico sino en lo estructural, un desorden semejante es inconcebible para él como ingeniero y empresario.

Su propuesta no puede ser otra que establecer una república ordenada lo antes posible y que sea vista como responsable desde el mundo, lo que lo va a movilizar en todo momento en ese sentido, herramienta necesaria para conseguir alianzas e insertar al país en el mundo actual.

Mauricio no concibe una Argentina aislada, sino integrada a los grupos internacionales, a los países del mundo (no sólo a los americanos) interactuando con ellos con una facilidad natural que le dan sus potenciales acuarianos (moverse en los grupos con facilidad natural).

También es importante para él desarrollar un diálogo negociador con todos los grupos internos, que se encuentren a su favor o en su contra, ya que de alguna forma, él se nutre de ellos, por lo cual es muy importante que se vea apoyado, más que exigido.

La mejor manera, la forma más cómoda y efectiva para que gobierne apropiadamente es brindándole apoyo y no mediante una presión. Los que intenten presionarlo en lugar de dialogar mano a mano, van derecho al fracaso estrepitoso, porque Mauricio es rebelde por naturaleza y en ello encuentra su fuerza.

La disposición de su Domificación (las Casas/áreas de vida, muy bien distribuidas y en equilibrio) nos están hablando de un alma vieja cuyo Proyecto de Vida actual es la dinámica permanente, y además, que prefiere la negociación y el diálogo porque él se conoce lo suficiente como para saber que cuando no existe racionalidad y lógica, su modalidad es terminar todos los asuntos conflictivos con un corte inesperado e irreconciliable, lo que a toda costa busca evitar.
Mauricio sabe perfectamente que actúa de esta forma y por eso prefiere medirse hasta las últimas consecuencias porque sabe que si lo presionan o si lo estorban, va a terminar cortando por lo sano de forma brusca y fríamente.
La forma adecuada de manejarse con él es solicitarle en lugar de presionarlo; por momentos tiene impulsos de compasión inesperados e idealistas.

En poco tiempo (este artículo está escrito el día de su cumpleaños, 8 de febrero de 2016) Mauricio Macri se encontrará de lleno con una gran crisis, tanto como ser humano como Presidente, lo que justifica otro análisis posterior. Marzo-Abril serán meses de comienzo de esta situación; tengo la esperanza (pero la duda, y para ello me baso en la observación de hechos reales) de que esté correctamente asesorado, por el bien del país y el suyo personal.

En otro artículo próximo, pronto mencionaré las dificultades cósmicas a las que se enfrenta, que no son fáciles de resolver, ya que Numerológicamente no ha tenido un inicio apropiado en su función; así como porqué éste tiende a ser su único mandato, y la alta probabilidad de que se le dificulte terminarlo como corresponde.

De allí la importancia de organizar una maquinaria organizada, prácticamente autónoma, basada en la justicia y la racionalidad. Mauricio es el elemento adecuado para lograrlo, en un país históricamente fundamentado en caudillos, diferencias y conveniencias, y muy alejado de lo que significa un grupo humano homogéneo que trabaje coordinado para un bien común.

Puedes compartir libremente este artículo o compartir el enlace www.elsenderodelser.com
Bendiciones e Iluminación. Leo

www.elsenderodelser.com – www.profesorleo.com.ar – profesorleonqn@gmail.com

Agregar un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Realizado por Viviana Espín Ibarra. Diseño y Desarrollo Web.