COPAHUE: ¿EL FARO DE LUZ NEUQUINO SEGUN PARRAVICCINI?

Una psicografía de Parraviccini muestra un faro, con el sol detrás, unas ondulaciones con el nombre COPA y luego HUE.
Rápidamente descubrimos la montaña y el nombre COPAHUE, lugar de termas que me ha inspirado a escribir los Cuentos al Pie del Volcán I, II y III y luego, como si hubiera “sentido” una orden, escribí desenfrenadamente, en una semana, sin detenerme, el cuarto tomo de la serie: Tierra de Duendes.
En este grabado de Parraviccini, vemos el sol, muy marcado. Argentina tiene su Sol en la parte superior de su Carta Natal, o sea, está destinada a ser Faro de Luz por su naturaleza, desde que fue fundada.
En la cordillera neuquina, al centro-oeste del país, está situado Copahue, una pequeña villa con fuentes termales, vapores y barro de gran poder curativo, en un hueco que definitivamente, ha sido un cráter en algún tiempo, dado que hay permanentes emanaciones de aguas minerales y vapor desde el suelo.
Cada vez que uno se baña en las piletas de aguas sulfurosas y ferruginosas, uno sabe que está bañándose en el corazón del volcán.
Mi abuela paterna, Sara, nació a pocos kilómetros al norte, en el valle del Trolope, y recorría a caballo la zona, juntando hierbas medicinales. Recuerdo que una vez, nos hizo tomar un vaso de agua del Río Agrio, recomendando el agua porque ella la tomaba y decía que hacía bien.
Ni hablar de que tanto mi madre, como yo, estuvimos todo un día descompuestos y dejamos hasta el apellido por la zona, con los dolores insoportables de vientre (el agua es sulfurosa y venenosa, pero como la vieja la tomaba desde niña, no le hacía nada); nos dábamos vuelta, de los cólicos.
Mi finado padre, que tenía dolores en la cintura (su famoso Lumbago, que yo de niño escuchaba y lo asociaba a que no quería trabajar por el dolor, lum-vago, pensaba yo) subía a caballo hasta el cráter del volcán y sin ropas y atado con una soga, se deslizaba dentro de la laguna sulfurosa a alta temperatura, porque él decía que le hacía bien a la cintura.
Hoy, a pocas horas de haber retornado de este lugar mágico (lugar de copa o de arbustos, en Mapuche) llamado Copahue, se ha producido un temblor debido a una fractura en la base del volcán. Yo había visto al salir de la motorhome, al levantarme, que estaba cubierta por una gruesa capa de ceniza negra y ya desde el día anterior, algo me dijo: “volvete a Neuquén”.
Dado que yo me he programado para “sentir” cuando debo regresarme, hice caso a la doble señal (la ceniza y mi sentir) y regresé, horas antes del temblor. Igualmente, si sucedía una erupción, tenía preparada la cámara de fotos para registrarla, confiando en que el volcán no me iba a hacer daño.
Siento una enorme atracción por el volcán, y he escalado la cumbre varias veces (figura mi foto al borde del cráter en la tapa del libro Cuentos al Pie del Volcán III), y además allí hay algo que me atrae irresistiblemente, que me emociona hasta las lágrimas, por lo que pienso que el Señor del volcán (los Mapuches dicen que en su zona, todo tiene dueño, y que hay que pedirle permiso a los cursos de agua para tomarla, a las piedras para sentarse sobre ellas y a los árboles para cobijarse en su sombra) es una Entidad de luz.
No me extrañaría entonces, que en este lugar tan particular, se encuentre una de las puertas hacia las Ciudades de Luz que desde hace mucho que se comenta que hay en la cordillera.
Mayores detalles he dejado escritos en mis libros, que cada año llevo a Copahue y Caviahue, para que se vendan a los turistas y así se conozcan los secretos de la zona.
El tiempo dirá si tengo razón en lo que siento respecto de Copahue, si la emoción que me embarga cada vez que contemplo al volcán tiene algún sentido; por lo pronto Parraviccini pudo “ver” algo especial allí, en esta tierra tan especial y tan maltratada.
“Tierra de Duendes” da explicaciones sobre los Duendes y Hadas que cuidan la zona, y también explicaciones sobre otros Elementales de Agua y Fuego que habitan el norte neuquino.
Mi querido Copahue… ¿serás el lugar elegido? ¿Quedará mi materia allí, regresando a la tierra de los orígenes de la familia? No lo sé, pero si así tiene que ser, con toda paz le daré la bienvenida.
Bendiciones e Iluminación. Leo
www.elsenderodelser.com – www.profesorleo.com.ar – profesorleonqn@gmail.com

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