Una vez, a un famoso Astrólogo, alguien le preguntó:
—¿Usted cree en la Astrología?
Una pregunta muy insólita, o tal vez, malintencionada. Algo así como preguntarle a un médico…
—¿Usted cree en la medicina?
O a un ingeniero…
—¿Usted cree en las matemáticas?
O tal vez al panadero…
—¿Usted cree en la harina y la levadura?
Este Astrólogo sin duda era muy sabio y respetuoso, porque ante la desconcertante, o bien, malintencionada pregunta, respondió:
—Sí, yo creo.
—¿Y porqué cree?
—Porque la he estudiado y la he comprendido.

Esto me recuerda la vieja frase que cuando yo era niño escuchaba decir a mi padre, un hombre de muy poco estudio pero un especialista en sabiduría popular:

“Al árbol que no tiene frutos, nadie le tira piedras”…

La Astrología tiene tantos detractores que emplean criterios y conocimientos tan insólitos, muchas veces errados, o fuera de contexto, que daría lugar para escribir un extenso tratado, que si la vida me da el tiempo… tal vez me interese escribir algún día. Nada más que consultar en San Google… Y uno puede pasarse una tarde entera intentando discernir o bien riéndose hasta descostillarse…

Por eso, yo recomiendo siempre:

¡NO CREA USTED EN LA ASTROLOGIA!

Por favor, hágame caso… no crea. No alimente más creencias de las que ya nos han impuesto o hemos adoptado cómodamente. Si tanto le interesa el tema, para negarlo o bien, ratificarlo, entonces póngase a estudiar, y a verificar si las leyes de la Astrología se cumplen o no, compruébelo por sí mismo, exhaustivamente, y luego vuelva a preguntarse.

No caiga en la situación cómoda de afiliarse al pensamiento ajeno. Pero si en cambio, no le interesa tanto el tema como para tomarse ese trabajo, deje en paz a los ingenuos Astrólogos con su Astrología, y vaya a reírse un rato de ellos con sus amigos y con una cerveza fría por delante. No pierda su tiempo ni se lo haga perder a otros.

La Astrología no constituye materia de discusión. Se sabe sobre ella o bien, no se sabe nada sobre ella en absoluto. Uno se convence a su favor o en su contra, pruebas mediante. La gente razonable averigua, investiga, comprueba, cuestiona, experimenta y concluye. No crea con los ojos cerrados en la Astrología, no sea crédulo; busque seriamente pruebas para desmitificarla o para ratificarla. SEPA en lugar de CREER. Si se acostumbra a SABER en lugar de CREER, su vida se verá inmensamente beneficiada; “créame que es así…” o mejor, busque “saberlo”…