¿POR QUÉ TANTOS FEMICIDIOS CON TANTA FRECUENCIA?

¿Cuáles son los motivos que han generado semejante cantidad de homicidios de mujeres en los últimos años? ¿Alguien se movilizó hacia obtener las respuestas que están detrás de esto? ¿Alguien se inquietó hacia proveer soluciones antes de que esto llegara a este punto?

Hoy, este fenómeno parece agudizarse en lugar de disminuir… ¿Hasta cuándo? ¿Por qué sucede? ¿Qué fuerzas intervienen en este macabro proceso? ¿Con qué motivo? En Argentina tenemos una estadística de agresiones hacia mujeres y niños que cada día es más alarmante; no parece haber un límite, muy por el contrario, el fenómeno parece acelerarse. Daría la sensación que no es posible ponerle freno a esta irracionalidad.

Si bien los medios periodísticos se están haciendo eco con mayor preocupación, los ataques y las muertes de mujeres han ido aumentando en este mes (Octubre 2016) a pesar de las marchas y protestas; es como si la violencia de género pareciera “estar poniéndose de moda”.

Hay quienes dicen que aparenta ser más grave porque hay una mayor visibilización del fenómeno, pero estadísticamente las agresiones, sobre todo mortales, es innegable. Los asesinatos se producen en forma constante y periódica, por lo que esto constituye una grave crisis que debería ser encarada de inmediato con efectividad.

Casi 300 femicidios promedio anualmente en los últimos años es una cifra más que indicadora de lo que está sucediendo. Y esto debería haberse notado y debió tomar relevancia en su momento, desde que comenzó.

Sin duda, estamos ante una crisis, y muy grave. Y como toda crisis, tiene su motivo y su método de resolución, pero hay que movilizarse rápidamente a este respecto. Las marchas repetidas de “Ni una más” no sugieren tener ningún efecto más allá de que el problema se popularice, y el proceso parece ser incomprensible e inmutable.

Más allá del fenómeno de la inseguridad que se está viviendo, se remarca una violencia “doméstica” inusitada, sobre la mujer, sobre los niños, o sobre quien sea más débil en el hogar, porque también hay hombres maltratados, aunque fuera sólo en forma psicológica.

Puedo aportar, a través de factores reales, al conocimiento del motivo de la crisis desde mi punto de vista astrológico, que explica claramente lo que está pasando y por qué. Un asesinato de una mujer cada 30 horas en Argentina es algo que más allá de horrorizar, está mostrando una realidad que ya no podemos negar y que deberíamos estar en condiciones de darle fin, o al menos, aplicar algún paliativo de inmediato.

Los maltratos y violaciones de niños, por ejemplo, existieron desde siempre; sólo que entonces el niño no podía rebelarse ni denunciarlo y su única defensa, si así puede llamarse, era evadirse mentalmente y guardar eso en su inconciente.

Ahora, sugiero prestar atención a lo que sigue: en artículos de fecha anterior me he referido a los efectos de la combinación conjunta de los tránsitos en el cielo de dos planetas, Urano y Plutón. Nuevamente explicaré que Urano significa, entre otras cosas: imprevistos, cortes, cuchillo, interrupción, ataque inesperado, descarga violenta de energía, el rayo.

A su vez, Plutón es significador de misterio, muerte, cambio destructivo para reconstruir, oscuridad, infierno, transmutación, descubrimiento. Estos dos colosos energéticos están actuando desde los años 2009-2010 en una combinación que se ha formado lentamente y que asimismo, lentamente se desarmará, pero recién para el año 2019, reduciendo sus efectos gradualmente hasta año 2025 en el que comenzarán a afectar en forma muy positiva a la Humanidad.

Este dúo planetario está actuando, como ya explicara en otros artículos de este mismo blog, induciendo su energía intensamente sobre los Signos Cardinales, es decir: Aries, Cáncer, Libra y Capricornio. No solamente significa que afecta notablemente a estos Signos (cuyos nativos a esta altura reconocerán haber debido soportar sus efectos y los hechos ocurridos en los últimos años en su vida, lo confirmarán) sino a todo lo que representan.

Por ejemplo: ARIES se refiere a la cabeza, a los líderes, a los mandos de las organizaciones, y está regido por Marte (significador de armas, cuchillos, agresión, guerra), o sea que Urano está despertando a Marte, con la agresión y la violencia que eso significa. Marte-Urano significan una cuchillada inesperada, y muchos casos así se presentan.

CÁNCER representa a las cuestiones de hogar, familia, niños, mujeres (porque lo rige la Luna, que afecta notablemente a la mujer y a la infancia), la maternidad, los ancianos. Hay que ir relacionando estos factores con lo que sucede en la realidad cotidiana para ir comprendiendo las influencias y sus efectos.

LIBRA representa a la pareja, al otro que está a mi lado, al amor, a los sentimientos de noviazgo o pareja, a las asociaciones (incluyendo las ilícitas). Y CAPRICORNIO es significador de la montaña, de todo lo social, de las estructuras de todo tipo, de lo que está a la vista de todos, de la política, de la sociedad humana.

Reuniendo y relacionando estas situaciones y los elementos que están representados, fácilmente nos daremos cuenta de que entre las fechas ya nombradas no es anormal que existan guerras, ataques inesperados, muertes, cambios, agresiones, transformaciones, descubrimientos en lo social, en lo político, en lo familiar, refiriéndose a niños, mujeres, hogares, familias, parejas.

No debe llamar la atención entonces que haya llegado el momento de descubrir todos los ilícitos que se hayan cometido hasta la fecha, la decadencia de regímenes sociales y políticos, los cambios en lo que rige al hogar, a la infancia, a la pareja. Todas las combinaciones son posibles relacionando lo que he mencionado más arriba, durante los tiempos remarcados y queda como ejercicio para el lector.

El otro planeta transpersonal que como Urano y Plutón afecta al Inconciente Colectivo de toda la Humanidad, es Neptuno, quien se encuentra a sus anchas en el Signo de Piscis, puesto que es su regente, o sea una de sus energías dominantes. ¿Qué representa Neptuno? El misterio, la droga, los vicios, el alcohol, el engaño, la mentira, aunque también la pintura, el arte, la música y lo espiritual elevado.

Dejo al lector que relacione estos efectos y los asocie a la realidad, y claramente verá expresado el efecto de estos tres colosos energéticos que están poniendo al mundo de cabeza, pero no por castigo ni para hacer daño, sino que están obligando a la Humanidad a un cambio de parámetros, inexorable, lento pero eficaz hacia la reconstrucción de un mundo que ha alcanzado su punto máximo de decadencia, así como lo alcanzaran las legendarias Sodoma y Gomorra.

Quedan entonces los elementos a disposición de quien quiera pensar, relacionar, y formarse una opinión de la situación actual y su relación con los tránsitos planetarios.

Ahora, por otro lado, yo me pregunto: ¿Qué impulsó a estos hombres que asesinaron mujeres para cometer semejante aberración? ¿Acaso estaban convencidos que su mejor futuro era pasar 20 años en la cárcel, quemando tal vez sus mejores años de juventud? ¿Actuaron en forma coordinada o fueron impulsados cada uno por su cuenta, por otros factores externos?

Aquí llegamos a un punto crítico muy áspero, porque tal vez sea momento de contemplar la “mea culpa”. Debemos comprender la crisis para saber a qué atenernos. Si bien las fechas de incio y terminación están dadas, es necesario comenzar ya a preguntarnos a calzón quitado, si estas personas actúan por algún brote psicótico o bien, sus energías al borde de la explosión debido a la situación actual, son desbordadas por factores que incluyen también a la influencia de la mujer, tomando al conjunto como sociedad.

Pienso que nadie en plena conciencia esperará que por una o por 50 marchas y protestas, el fenómeno deje mágicamente de ocurrir. ¿Será que los sucesos dramáticos se desencadenan al azar o algo interactúa entre víctima y victimario para que estas irracionalidades ocurran? ¿Será útil salir a la calle con carteles de “Ni una menos” o tal vez haya que reunir a expertos en psicología y en comportamientos sociales, a fin de que busquen sacar a la luz lo que sucede hoy en nuestra sociedad, en las parejas, en los hogares, en las escuelas, en la calle?

¿Se trata de un fenómeno reciente o es que viene siendo gestado desde décadas atrás?
Personalmente considero que años (o décadas, palabra que se ha puesto tan de moda) de descuido social, de pérdida de valores morales y éticos, de impunidad, de malos ejemplos, de falta de la educación apropiada (tanto en el hogar como en las escuelas), de planes de estudio obsoletos ya hace 30 o 40 años (soy docente y estoy en pleno conocimiento de lo que expreso) muy probablemente, hayan tenido su efecto adicional en la sociedad.

Las madres y los padres deberían preguntarse si en realidad han preparado a sus hijos para los requerimientos actuales, si en su momento mantuvieron las normas heredadas de respeto y comportamiento, si padre y madre enseñaron con el ejemplo, si fueron efectivos poniendo los límites justos en cada circunstancia.

Tal vez también la mujer como madre, pareja, hermana, maestra, debería preguntarse qué cambios se han efectuado en su comportamiento que haya motivado una nueva forma de relacionarse con el otro sexo, los docentes tal vez deberían plantearse si han contribuído efectivamente en la formación y las normas de educación de la niñez, de la juventud…

Parece evidente que el sistema en general ha fallado, sin señalar a un único culpable. Todos nosotros, como sociedad, hemos participado de una forma o de otra, a relajar las normas anteriores de respeto y de consideración hacia el semejante, ya sea por auspiciarlo o por permitirlo. Por ejemplo ¿Qué está enseñando a su hijo un padre o una madre que va a la escuela a maltratar a una docente?

Los gobernantes también deberían preguntarse si en estas última décadas tuvieron la visión de establecer planes actualizados a los nuevos momentos en cuanto a educación y desarrollo social que preparara a los nuevos ciudadanos, o si estuvieron dedicados la mayor parte de su tiempo a cuidar su “banquito” y ocuparse de la reelección en lugar de ser honestos trabajadores y cumplir fielmente con la obligación social para la que fueron elegidos y que juraron cumplir.

Por eso, si vamos a buscar responsables de la situación actual, creo que la lista es interminable. Los que actuaron, porque actuaron mal; y los que no actuaron, porque los dejaron actuar e incluso los alentaron a hacerlo. Porque les entregaron su poder, los votaron y luego, una vez puesto el voto en la urna, se fueron felices a pasar su tiempo en sus ocupaciones dejando sin control a los gobernantes sin procuparse ni pedirles rendición de cuentas del dinero que les estaban cediendo con sus impuestos.

Bien, todo esto mencionado, a mi criterio, tiene una porción de responsabilidad en semejante decadencia. No es suficiente con quejarse; ahora hay que revertir, hay que investigar, hay que trabajar, hay que contribuir.

Deberíamos dejar de lado las estupideces infantiles de discusiones y partidismos, los “divisionismos” como el “yo soy de Boca y vos de River”, yo soy de este partido político y vos del contrario, porque todos estos ciudadanos inconscientes que se manejan de este modo no parecen darse cuenta de QUE ESTAMOS NAVEGANDO EN EL MISMO BARCO. Y que si unos intentan achicar el agua mientras que los otros se complacen en seguir haciendo agujeros en el casco, nos espera un solo destino: el fondo del mar.

La situación indica que ha llegando el momento en que cada uno debe comenzar por mirarse al espejo y observarse, para corregirse, para mejorarse, para adquirir nuevos parámetros y conocimientos que el día a día está mostrando que son absolutamente necesarios para la supervivencia de la especie.

No basta con desfilar con el cartelito y poner la atención en el afuera; al contrario, hay que poner la atención en el interior y ser concientes de corregir lo de hoy, que está resultando ser consecuencia de las fallas del ayer.

Tanto hombres como mujeres reconozcamos que si las cosas se hubieran realizado correctamente antes, no tendríamos que estar llorando por el hoy. A la mujer que acaba de morir hoy, no la ha matado el ex-marido, la hemos matado todos, de una forma o de otra, y lamentablemente el fenómeno no va a detenerse ni por marchas ni por leyes, ni por prisiones, porque la semilla del odio y del desprecio a la vida ya está sembrada en el interior de muchas personas.

Tal vez, si tuviéramos la respetuosa conciencia de que el mundo no se divide en hombres y mujeres, en fuertes y débiles, en dominadores y dominados sino en personas que somos todos integrantes de la especie humana con igualdad de derechos y obligaciones, aún sujetos a tránsitos planetarios adversos, el mundo no estaría tan desorbitado como está.

El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo

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