¿DESCUBRISTE YA LA MARCA DE LA BESTIA?

¿Aceptarías con gusto la Marca de la Bestia? Tal vez ya lo hayas hecho o tal vez pensarás, que según tus principios y valores, de ningún modo lo harías. ¿Te sentirías feliz de aceptarla o la rechazarías de plano? Puede que te repugne la idea, o puede que ya la hayas aceptado bajo el engaño y no te hayas dado cuenta. Como sabes, la Marca de la Bestia es el 666, está señalada en Apocalipsis 13:17 o en Revelación 13:17 (según la Biblia de que dispongas).

En ese versículo encontrarás: “… y para que nadie pueda comprar o vender, salvo la persona que tenga la marca, el nombre de la bestia salvaje o el número de su nombre” y más adelante menciona: (18) “y su número es seiscientos sesenta y seis”. No deja dudas respecto del número, lo explicita perfectamente.

Por supuesto, 666 es justamente 999 invertido (número de Luz), como resulta ser todo en este plano de dualidad. Proviene de la Sucesión de Fibonacci (a veces llamada Serie de Fibonacci), sucesión numérica que al graficarla resulta con forma de 6 o de 9, muy estudiada y aplicada por quienes buscan formas agradables al ojo humano en aquello que diseñen o construyan en este plano de 3D.

Y por otro lado, es casi imposible sobrevivir en esta vida terrenal sin que nuestras manos, cuando tocamos cualquier artículo que tenga un precio, manipulen el Número de la Bestia, el 666. En el versículo 13:16 menciona: “…para que a éstas se de una marca en su mano derecha o sobre su frente”; ¿En nuestra frente, la parte frontal del cerebro, donde se producen los pensamientos, donde se visualizan los elementos que deseamos o que necesitamos adquirir?

¿Dónde está escondida esa Marca de la Bestia? No está escondida, está bien a la vista en el Código de Barras que acompaña a la identificación de todo producto manufacturado, y en muchos billetes que utilizamos para adquirirlo.

Si en cualquier código de barras buscamos la representación del número “6”, hallaremos que corresponde a dos barras finas paralelas. Dichos códigos consisten en dos sucesiones de 6 números, separadas por dos finas marcas largas, y limitadas en ambos extremos por otras dos finas marcas largas.

El código entonces comenzará con dos barras largas (6), luego le siguen 6 números, luego otras dos finas barras largas (6), después otros 6 números, y finalmente cierra con otras dos finas barras largas (6), o sea que los números se hallan encerrados y distribuídos entre 3 símbolos que representan el “6-6-6”, la Marca de la Bestia.

Es decir, entonces, que todo producto manufacturado, para su identificación, deberá llevar el Código de Barras, o sea… la Marca de la Bestia. Y si tienes un rato de tiempo y un buen microscopio o lupa, podrás investigar en los billetes de 100 dólares (antiguos o nuevos) cuantas veces está presente el número 6.

Encontrarás que hay 6 rayas dibujadas en los lugares que menos se espera, 6 ventanas, 6 aberturas en la cúpula del Independence Hall… hasta en los bordes de los billetes, donde parece finalizar el dibujo y no haber nada en absoluto, encontrarás finas rayas que contienen intercalados recuadros y formas que poseen 6 rayitas, invisibles a simple vista.

Y si continúas buscando, encontrarás incontables números 6 en tales billetes. Entonces caerás en la cuenta de que es prácticamente imposible evitar el número de la Bestia; para ello deberías vivir en una cueva, de la caza y de la pesca, o de la huerta que cultives, vestido con pieles de animales porque cualquier trozo de tela manufacturada estará o ha estado señalado por el código de barras de su fabricación.

Vivimos en el planeta Tierra, en un sistema dual, cuyo dueño material es sin duda, la Bestia. ¿Amas las flores? Bien, fíjate las veces que encontrarás 6 pétalos en algo tan delicado y encantador. En los panales de las abejas, con su dulce miel, de 6 lados. ¿Cuántos insectos poseen 6 patitas? ¿Cuántas formaciones rocosas están fragmentadas en pilares exagonales, donde nunca actuó la mano del hombre sino la Naturaleza?

¿Cómo podríamos evitar ser marcados con su número, en la mano y/o en la frente? ¿Cómo reaccionar hacia esto si todo ya está consumado? En la Biblia que estoy observando, Revelación comienza en la página 1515. Al sumarlo, veo dos veces el 6 (1+5).

No importa que nos sirvamos de este número 6; está allí y debemos utilizarlo para sobrevivir en este plano, pero no más allá de lo que lo necesitemos estrictamente; lo que sí importa es que no lo adoremos, que no sintamos apego por las cosas de este plano, ni aún por nuestro propio cuerpo, porque en algún momento deberemos abandonarlo y allí entonces comprenderemos que solamente hemos pasado por una experiencia y que nuestra vida real no está limitada a lo material.

Esto indica que estamos viviendo en terreno enemigo, que puede ser por ahora nuestra casa pero no nos confundamos; no es nuestro hogar. No nos apeguemos a él, no nos identifiquemos con él, y como señalara Jesús… “no adoremos a las imágenes” que encontramos en él.

Hay algo más que todo eso en nuestro ser, y ese “algo más” es lo importante y lo que el “master” de este plano ansía tener, justamente porque no le pertenece; depende de cada uno la elección que tomará o que ya ha tomado. Las preguntas dolorosas en este caso son: ¿Hasta cuándo habrá tiempo para elegir si es que aún no has elegido? ¿Estarás suficientemente despierto/a como para no dejarte engañar por las dulzuras que ofrece el Señor de este Plano, el Príncipe de la Mentira?

¿Lograrás evitar la adicción a este número 6, que si pones atención, está presente en todos lados? Sólo por si te sirve, se me ocurre comentarte algo que intento recordar en todo momento y busco sustentar en mi mísmo; a cada rato me estoy diciendo: “Mantente atento y vigilante… porque siendo atentamente vigilado estás”.

El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo

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