¿DISFRUTAR DEL MUNDO?

Lamentablemente es común leer o escuchar mensajes de supuestos Maestros e Iluminados que nos dicen que debemos rechazar al Mundo, es decir, dejar de ver lo material y concentrarnos en lo puramente  espiritual. Y también es común que lo aceptemos sin cuestionarlo y sin discernir lo cierto de lo errado.

Parecería que estos consejos provienen de seres que no han pasado por el proceso de evolución natural que parte desde lo material, y que deben haber nacido en un repollo, siendo iluminados desde ese momento, o sea, que han llegado al planeta Tierra sabiéndolo y comprendiéndolo todo, muy seguros de estar en condiciones de liderar el crecimiento espiritual de todos los demás según ellos creen que debe ser.

Alma humana, si has encarnado en este plano, lo razonable es que se haya debido a tu elección y albedrío con el fin de experimentar este plano dual, y de resultado de ello, ir adquiriendo aprendizaje y sabiduría.

Nadie puede negarte ese derecho, aún cuando sea un ser aparentemente muy evolucionado el que te lo sugiere, porque si fuera tan evolucionado comprendería que estás en tu camino personal y él tiene prohibido por las Leyes Cósmicas interferir con dicho camino.

Supuestos mensajes de supuestos “Maestros Ascendidos” sugieren que sólo debemos mirar al espíritu, sin la menor coherencia de que se llega al espíritu a través del cuerpo material del que uno dispone; que uno se va haciendo más sabio a medida que vive experiencias terrenales de las cuales va aprendiendo.

Cuando uno está en este mundo no debería apegarse al mundo, pero sí debe aprovechar las condiciones que le brinda el mundo para aprender y comprender los aparentes misterios superiores. “Así como es arriba, es abajo” menciona el Kybalión, libro sagrado que resume las enseñanzas del Hermetismo, y cualquiera puede partir de la vibración material para comprender la vibración espiritual.

Cuando uno debe aquietar la mente para entrar en meditación, el aprendizaje no pasa sólo por los beneficios que adquiere al meditar sino por el control que a través de la práctica se van consiguiendo sobre la mente física y su estado de vigilia; uno parte desde la vigilia hacia el estado espiritual donde se comunica consigo mismo, aunque crea que solamente se está comunicando con algo superior.

El ser material se está comunicando con lo superior que tiene su propio ser, y a través de él, recién entonces se podrá comunicar con el TODO al lograr identificarse con Él y sentirse parte de ese TODO. Es como si uno pretendiera escuchar radio sin disponer del apropiado receptor… Suena muy sin sentido, ¿Verdad?

Lo peor de estos mensajes cuyo origen pongo en tela de juicio es que generan en quien los lee o escucha, una especie de “culpa” que el individuo siente cuando disfruta a pleno de los placeres mundanos o de cualquier sencillez de la vida.

Pareciera como que se está generando una cultura de que es de “materialistas” disfrutar de una buena comida, de un atractivo viaje, de un merecido descanso, de manejar un auto moderno o de recrearse en unas bien ganadas vacaciones cuando uno lo puede hacer.

Nada de lo mencionado impide que uno desarrolle su espiritualidad, muy por el contrario. En  mi caso, cuando estudio las ecuaciones y los complejos matemáticos de mi carrera, Ingeniería Electrónica (más materialista no puede sonar), voy comprendiendo los mecanismos de la vida a niveles que el ciudadano común no puede abarcar (ni tampoco mis compañeros de estudio, los que ven solamente números y ecuaciones como los veía yo a los 20 años).

Por analogía entre campos vibratorios voy sumando inspiración e imaginación, y termino comprendiendo los procesos energéticos y espirituales a un grado que anteriormente no lograba porque había llegado a un techo.

Por ejemplo, con un piolín y una tuerca, enseño a mis alumnos de Mecánica los principios de la oscilación de un péndulo, que me permite explicarles porqué se rompe un motor bajo ciertas circunstancias; pero con ese piolín y esa tuerca, a los que estudian Electricidad les deja entender cómo las ondas se transmiten por los cables y por el espacio, y a los de Electrónica cómo funciona el mecanismo emisión-transmisión.

Del mismo modo, a través de la oscilación y la resonancia, a aquellos que les enseño los principios de la Astrología les muestro cómo el giro de los planetas influyen sobre el comportamiento del ser humano, y lo mismo a los que buscan comprender los principios de la vibración espiritual que se sintoniza con el TODO. Del mismo modo sucede cuando se busca interpretar los “milagrosos fenómenos” del Control Mental.

¿Descartar las vivencias del mundo? Sólo puede recomendarlo un Maestro que no es Maestro, o un pretendido Maestro que aún no ha aprendido a ser alumno. Por eso, sin culpa, con interés, con plena receptividad, uno debe dejar que las experiencias mundanas lo vayan moldeando hacia ser una mejor persona, y entonces como mejor persona uno va a lograr conformar apropiadamente su mentalidad y su espíritu.

Disfrutar de lo bueno del mundo y aprender a resolver lo que la Humanidad llama “los males del mundo” ayudará a evolucionar en forma equilibrada; esos “males del mundo” han sido así llamados porque  justamente estas personas no los han comprendido y por eso mismo, es que no los han podido solucionar.

Si uno quiere hacer una buena carrera universitaria deberá esforzarse en completar cabalmente los estudios secundarios preparatorios para la universidad, así como que si quiere sumergirse de lleno en los misterios de la energía y del espíritu, y comprender y disfrutar de sus maravillas, primero no debería negarse de ningún modo a asimilar y disfrutar de las maravillas del mundo material, meras proyecciones del mundo espiritual.

Esto no significa concentrarse solamente en lo material, sino tomar analogía de ello para saltar a lo espiritual. Tener esto presente, ayudará a elevarse y a comprender; estoy en pleno desacuerdo en que “ambos mundos” deban ser dicotomizados porque esto les hace perder realidad humana.

El Maestro espiritual Sai Baba, cuando estaba físicamente en este plano, no miraba con buenos ojos que algunos adeptos se encerraran en una cueva en la montaña para lograr entrar en comunicación con lo Más Elevado, y comparto ese concepto porque estoy convencido por experiencia propia en que el Hombre no necesita aislarse del mundo para encontrarse a sí mismo.

Sólo necesita uno lograr desapegarse del mundo, y por supuesto, es más fácil hacerlo en una cueva que en un banco de la plaza. Pero eso vale hasta que llegue la hora de comer, momento en que la mayoría (me incluyo) deberá regresar inevitablemente a la materia del mundo.

Esto me recuerda al viejo dicho campero que señala: “En la cancha se ven los pingos”, es decir, en otras palabras, en la exigencia se demuestra la capacidad. Y nada mejor que la exigencia del mundo para poner a prueba y en evidencia la calidad espiritual de una persona, lo que no implica que debamos centrarnos en el mundo y descuidar nuestra parte espiritual, porque yéndonos hacia cualquier extremo perderemos la oportunidad de permanecer en equilibrio, ya que somos seres duales.

Por todo esto es que no encuentro razón alguna para que no podamos disfrutar de los beneficios que encontremos en estas 3D, es decir, en este mundo.

El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo

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